El Siglo de Torreón
TORREÓN, COAH.- Con una asistencia de 1,200 motociclistas procedentes de diferentes ciudades del norte de México, en días pasados se efectuó la segunda edición de la bendición de cascos, organizada por el Moto Club Nómadas de Ciudad Lerdo, Durango.
Dicha ceremonia tuvo lugar en las instalaciones de la Casa Madero de Parras de la Fuente, Coahuila, sitio que nuevamente volvió a congregar a cientos de motociclistas y sus familias, quienes vivieron una importante jornada en esta tradicional ciudad situada al norte del país.
Entre las entidades que fueron representadas en este simbólico acto, se encuentran: San Luis Potosí, Tamaulipas, Chihuahua, Nuevo León, Durango y Texas, de las cuales llegaron motociclistas de varias de sus ciudades, a donde se hizo llegar la respectiva invitación por parte del comité organizador.
Dentro del grupo de participantes se destacó la presencia de los motociclistas de la Comarca Lagunera, quienes pertenecen a varios de los motoclubes que operan en la región, mismos que acudieron en gran número a bordo de sus potentes máquinas para dar vida a este importante acontecimiento.
La misa, efectuada en los jardines de la Casa Madero, estuvo a cargo del sacerdote Víctor Manuel Verdín, quien durante el acto se dirigió a los ?bandidos y bandidas?, como él cariñosamente llama a los motociclistas debido a su estilo de vestir, para invitarlos a disfrutar de su actividad al lado de sus familias y compañeros.
Tras la bendición de los cascos, los motociclistas efectuaron un paseo por las principales calles de Parras de la Fuente; realizaron una parada en el monumento a Miguel Hidalgo, donde el alcalde Ignacio María Segura les dio la bienvenida. El contingente continuó después hasta el estanque La Hacienda, donde el comité organizador les ofreció una comida.
Se destacó por parte del Moto Club Nómadas el hecho de que los visitantes sobre ruedas en la ciudad de Parras de la Fuente convivieron muy de cerca con la comunidad que se acercó a ellos, luego de que pasearon a los lugareños a bordo de sus máquinas, en lo que fue un gesto que se ganó el afecto de propios y extraños.
José G. Chavira y Enrique Martínez, presidente y vicepresidente del club, se mostraron complacidos con los resultados obtenidos en esta segunda edición y dejaron en pie su compromiso para la siguiente, donde aseguran, buscarán mejorar aun más esta fiesta de la familia motociclista, la que cada vez logra una mayor cobertura y aceptación dentro del gremio.
