Familiares de Shim Sung-Min, el voluntario sudcoreano de 29 años asesinado por sus secuestradores talibanes en Afganistán, trasladan su féretro durante el funeral oficiado en Seúl, Corea del Sur. (EFE)
Más de 300 personas acudieron ayer en Seúl al funeral por la segunda víctima mortal del grupo de 23 sudcoreanos que fueron secuestrados el pasado 19 de julio en Afganistán por un grupo talibán.
El acto se celebró en la capilla del hospital universitario de Bundang, al sur de la capital sudcoreana y estuvo presidido por el pastor presbiteriano Park Eun-jo, cabeza del grupo al que pertenecen los secuestrados, informó la agencia sudcoreana Yonhap.
Shim Sung-Min, de 29 años, fue encontrado muerto el pasado martes, doce días después de que su grupo fuese retenido a mano armada cuando viajaba en autobús desde la capital de Afganistán, Kabul, a la sureña ciudad de Kandahar, una de las rutas más peligrosas del país.
El 25 de julio, los talibanes ejecutaron a su primera víctima, el religioso de 42 años Bae Hyung-kyu y líder del grupo de sudcoreanos secuestrados, aunque sus familiares decidieron no oficiar su funeral hasta que el resto del grupo no regrese a Corea del Sur. Mientras tanto, en Afganistán prosiguen los intentos de diálogo para liberar a los 21 sudcoreanos en manos de los talibanes, en medio de la inquietud por la salud de dos rehenes que, según han informado los propios secuestradores, se encuentran “gravemente enfermas”.
Estas dos mujeres “no pueden caminar”, dijo un portavoz talibán, que añadió que los secuestradores están dispuestos a liberarlas inmediatamente si Kabul accede a canjearlas por dos presos insurgentes.
VIAJARÁ PRESIDENTE DE AFGANISTÁN A EU
El presidente de EU, George W. Bush, recibirá hoy a su par afgano, Hamid Karzai, con la tensión por el secuestro de una veintena de sudcoreanos como telón de fondo.
El secretario adjunto de Estado para el Sur y el Centro de Asia, Richard Boucher, ha descrito el encuentro de dos días, que tendrá lugar en la residencia presidencial de Camp David, en el estado de Maryland, como una “sesión de estrategia”.
Además, es una forma “de dejar claro una vez más que el apoyo estadounidense a Afganistán es robusto”, dijo.
No obstante, ambos líderes deberán abordar un problema que ninguno de los dos quisiera tener entre manos: qué hacer sobre los 21 rehenes aún en manos del Talibán, después de que ya asesinaron a dos secuestrados.
El viernes el portavoz presidencial sudcoreano, Chun Ho-Sun, dijo que su Gobierno espera que los dos mandatarios “acudan a la cumbre con un buen entendimiento de nuestra posición” y recordó que Seúl ha expresado públicamente la necesidad de adoptar una postura flexible para salvar la vida de los retenidos.