EL SIGLO DE TORREÓN
TORREÓN, COAH.- Los laguneros tendrán la oportunidad de disfrutar el próximo domingo en Mapimí, Durango, del deporte extremo de la tirolesa, el cual cumple dos años de fundación y se encuentra ubicado de manera paralela al Puente de Ojuela.
La ocasión se presenta para que los asistentes a la tercera edición de la Carrera Atlética 10 K Puente de Ojuela, puedan tomar parte de este deporte, en un vertiginoso recorrido a través de un cable y encima de una profundidad considerable.
En 2005 al momento de su inauguración, la tirolesa fue considerada como la más grande de Latinoamérica y el acto estuvo presidido por el alcalde de Mapimí Miguel Guajardo Valdés, el director de Turismo y Cinematografía de Durango, Jorge Lombart, así como el titular de Turismo local Luis Iglesias Montes y el síndico Jesús Corral.
Con una longitud de más de 300 metros y a una altura de 100 sobre un barranco, se encuentra sujetado el cable de acero, paralelo al puente colgante del municipio minero duranguense, ideal para los gustosos de las emociones fuertes y la adrenalina.
El nombre de tirolesa proviene de los Alpes suizos, ya que en la región del Tirol utilizaban este sistema para transportarse por medio de un cable de acero, cuerdas y una polea, deslizándose de una montaña a otra, tal como pasa en la región de Ojuela.
En principio de cuentas, ya con el equipo de seguridad y casco instalado, deberá cruzarse el Puente hasta llegar al lado opuesto, donde comienza el recorrido a una velocidad de 50 kilómetros por hora con una vista panorámica inmejorable. El cable tiene resistencia de una tonelada y 200 kilómetros, donde a la vez dos personas pueden deslizarse, sujetados con los arneses al cable, sin correr riesgo o peligro alguno.
Por 200 pesos se pueden realizar tres recorridos durante los fines de semana, en este paraje natural del municipio de Mapimí, donde se pretende incrementar el turismo en esta población, con diferentes actividades de los deportes extremos, aprovechando la orografía que se encuentra en la región.
El antiguo pueblo minero abandonado, se está convirtiendo en un excelente lugar para practicar los deportes de aventura como lo es la caminata, el ciclismo de montaña, además de la exploración de minas y cuevas, así como el camping.