MÉXICO, DF.- Desprendida del mural Sueño de una tarde dominical en La Alameda, del artista plástico Diego Rivera, que se encuentra en el Museo Mural Diego Rivera, La Catrina hizo su aparición macabra para realizar el performance homónimo que la llevó hasta el Palacio de Bellas Artes.
La actriz Sandra Celedón ofreció la víspera el performance La Catrina, original del artista plástico Humberto Spíndola, en medio de la oscuridad y de las miradas de niños, jóvenes y adultos mayores en el Museo Mural Diego Rivera, donde el personaje salió de la pintura, como hace 15 años lo hizo.
Luego de estar en ciudades como Buenos Aires, Argentina; Barcelona y Bilbao, España, el espectro de La Catrina, vestida totalmente de blanco, realizado en papel de china y con su peculiar sombrero que la distingue, salió del mural de Diego Rivera, para expresar su agradecimiento a él y a José Guadalupe Posada.
“Estoy aquí para agradecer a Diego Rivera por haberme pintado en el mural Sueño de una tarde dominical en La Alameda`, pero también a José Guadalupe Posada por haberme grabado, y estoy aquí para ver qué tanto ha cambiado la vida en esta ciudad”, expresó La Catrina, que se presentó con motivo del Día de Muertos. Entre las miradas del público, en especial de los niños, que estaban un poco asustados, La Catrina les dijo que no tuvieran miedo, pues su presencia tenía únicamente como motivo registrar los cambios.
Momentos después salió del recinto cultural para encaminarse al Palacio de Bellas Artes, donde se encontraría con Rivera, su pintor preferido. Ante el asombro de la gente y de los propios automovilistas, la actriz realizó su performance, mirando a su alrededor los cambios que ha habido en esta ciudad.