Aseguran que 75 por ciento de la población estadounidense se opone a la medida.
Teniendo como fondo una gran manta que rezaba en inglés: “No al muro fronterizo”, el alcalde de la ciudad de McAllen, Texas, Richard F. Cortez, informó ayer que el 75 por ciento de la población estadounidense rechaza que se construya un muro en la frontera con México.
El alcalde de la ciudad de McAllen, acudió a Monterrey, Nuevo León, para ofrecer una conferencia de prensa en donde anunció que siete alcaldes de la zona fronteriza de Texas se oponen al muro que comenzará a edificarse a partir del mes de octubre en esa zona.
Richard Cortez señaló que los alcalde de El Paso, Eagle Pass, Laredo, Mission, Del Río, Browwsville y McAllen están cabildeando contra el muro ante las autoridades de Washington.
En la conferencia de prensa realizado en la Casa de McAllen en Monterrey, Richard Cortez se colocó delante de una gran manta que rezaba en inglés: “No al muro fronterizo”.
El alcalde de McAllen informó que Gobierno de los Estados Unidos comenzará entre octubre y noviembre la edificación de 135 millas del muro que se colocarán desde la ciudad fronteriza de Eagle Pass y que concluirá en Browsnville.
Aseguró que actualmente Estados Unidos vive una crisis por el terrorismo y la gente se le ha dicho que si se finca un muro en la frontera con México esa amenaza no vendrá del sur.
“En McAllen hemos tratado de pelear contra esa pared, yo como alcalde he hablado con el secretario de Seguridad Interna”, comentó Cortez.
“La mayoría de la gente de Estados Unidos no vive en la frontera del sur, los que vivimos aquí sabemos que eso no es cierto, que están equivocados”, afirmó el Alcalde.
Destacó que estudios que ellos han realizado, así como otras autoridades, arrojan que el 75 por ciento de la población estadounidense rechaza un muro en la frontera con México.
“Pero desgraciadamente sólo se escuchan las voces del 25 por ciento”, dijo Cortez.
Busca Senado de EU revivir Ley
Mientras tanto, ayer se dio a conocer que senadores republicanos, después de haber echado a la basura la Ley de reforma migratoria, ahora buscan lograr la aprobación de la sección más popular de la iniciativa, un plan de 3 mil millones de dólares para fortalecer la seguridad a lo largo de la frontera entre Estados Unidos y México.
La medida, que limitaría el presupuesto, sería agregada, con oposición de la Casa Blanca, a un proyecto de Ley pendiente para asignar fondos para el Departamento de Seguridad Interior.
Sin embargo, sus impulsores republicanos, como el senador Judd Gregg, indicaron que el asegurar las fronteras en Estados Unidos era un tema tan prioritario como combatir al terrorismo y la guerra en Irak.
La medida llega tras el derrumbe en el Senado del proyecto de Ley del presidente George W. Bush para reformar las leyes de migración, que incluía una negociación cuidadosamente alcanzada que combinaba la popular iniciativa de seguridad fronteriza con un plan profundamente controversial para legalizar a más de 12 millones de inmigrantes ilegales.
La Casa Blanca ya ha lanzado una amenaza de veto a la iniciativa de Ley de presupuesto para el Departamento de Seguridad Interna por haber roto el presupuesto del presidente George W. Bus, Gregg argumentó que la Casa Blanca se opone al plan de seguridad que ofrecen los senadores republicanos.
Reducirá EU a la mitad sus tropas en frontera
A partir del mes próximo, el número de soldados de la Guardia Nacional que han estado apoyando a la Patrulla Fronteriza a lo largo de los límites internacionales con México se reducirá a la mitad, de 6 mil elementos a 3 mil.
En el estado de Arizona, la reducción de tropas bajará de 2 mil 400 a mil 200 elementos, informó la capitana de la Guardia Nacional Kristine Munn.
La reducción empezó primero de julio y está programada para completarse el primero de septiembre.
Desde que los soldados tomaron posiciones a lo largo de la frontera, han ayudado a los agentes a patrullar la zona.
Durante su misión, los miembros de la Guardia Nacional ayudaron a construir caminos y cercos, operaron equipos de radiocomunicación y repararon vehículos.
La presencia de los miembros de la Guardia Nacional reforzó la vigilancia en las zonas más populares de cruce de indocumentados, forzándolos a probar áreas más remotas y hostiles, afirmó Jennifer Allen, directora de la Red de Acción Fronteriza, una organización que apoya los derecho de los inmigrantes, con sede en Tucson.
Allen dijo estar aliviada de que disminuya el número de soldados, pero que sería mejor si no hubiera presencia de la Guardia Nacional en la zona fronteriza.
El presidente George W. Bush ordenó el despliegue de las tropas para proporcionarle un alivio temporal a la Patrulla Fronteriza mientras esta dependencia trabajaba para agregar 6 mil nuevos agentes y alcanzar un total de 18 mil a finales de 2008.