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Buenos Aires, argentina.- Con una ceremonia oficial en el extremo sur de Argentina, el Gobierno y organizaciones cívicas y de veteranos recordarán hoy lunes el vigésimo quinto aniversario del comienzo de la guerra de las Malvinas, que este país libró y perdió con Gran Bretaña, en un intento por recuperar el archipiélago.
El conflicto comenzó con el desembarco de tropas argentinas el dos de abril de 1982. Terminó con la rendición argentina el 14 de junio. Perecieron en los combates 649 argentinos y 272 británicos.
Existe incertidumbre sobre la participación como orador del presidente Néstor Kirchner en la ceremonia que se celebrará en Ushuaia, a tres mil 300 kilometros al sur de la capital y en la provincia de Tierra del Fuego.
La semana pasada la oficina de prensa de la Presidencia había informado que sería reemplazado por el vicepresidente Daniel Scioli, pero en las últimas horas Kirchner habría cambiado de opinión y decidido encabezar la ceremonia.
En medios gubernamentales se indicó que el mensaje que pronunciará Kirchner o Scioli se basará en tres puntos fundamentales: la reivindicación de la soberanía argentina sobre las Malvinas y las islas Sandwich del Sur y Georgias del Sur; la invitación a Gran Bretaña para que desista de su actual negativa a negociar el reclamo argentino de soberanía y seguridades de que este país recurrirá solamente a las vías diplomáticas y pacíficas en su reivindicación de esos territorios.
En declaraciones que formuló ayer a la prensa, el canciller Jorge Taiana acusó a Gran Bretaña “de negarse reiteradamente a cumplir el mandato de la comunidad internacional” de emprender negociaciones sobre la soberanía de las Malvinas, que los británicos llaman Falkland y ocuparon por la fuerza en 1833.
“Hay un país que pide el diálogo y otro que se niega”, expresó.
Taiana recordó que desde 1965, la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas, a través de su Comité de descolonización, viene reiterando anualmente su pedido para que los gobiernos de Londres y Buenos Aires se sienten a negociar sobre el tema.
Algunos especialistas en temas de política exterior han comenzado a plantear su preocupación por la posibilidad de que Gran Bretaña, ante la negativa argentina a reconocer sus derechos sobre el archipiélago, decida eventualmente formar un “mini Estado” en las Malvinas, otorgándole a sus habitantes autonomía o cierto grado de independencia.
Andrés Cisneros, ex vicecanciller durante el Gobierno del ex presidente Carlos Menem, declaró al diario Clarín que “perdimos mucho en la guerra. El mundo puede no rechazar que en Malvinas los ingleses quieran hace una maniobra de independencia o de pseudoindependencia”.
El periodista Ricardo Kirschbaum, editor general de Clarín y coautor del libro “Malvinas, la trama secreta”, uno de los primeros en aparecer después de la guerra, opinó ayer que “las consecuencias externas de la derrota respecto a las Malvinas están claras: las islas están más lejos y camino a la autodeterminación. Esa responsabilidad y esa secuela debe estar presente en cada análisis”.
La resolución de la ONU de 1965 había negado a los “kelpers”, como se denominan los habitantes de las islas de origen británico, la posibilidad de invocar el derecho a la autodeterminación. Se fundaba en que se trata de una población “implantada” por la potencia colonial, luego de desalojar por la fuerza en 1833, al gobernador y a los habitantes argentinos.
