Para consolidar a La Laguna como región es indispensable la voluntad de las autoridades municipales y estatales y, por supuesto, la disponibilidad de recursos económicos. Voluntad para proyectar obras y elaborar programas que impulsen el desarrollo de la Comarca, y recursos económicos para poder llevar a cabo esas obras y programas. Históricamente ha faltado mucho de ambas cosas. Recientemente ha aparecido una buena oportunidad, pero falta que se concrete.
A principio de junio del presente año, los alcaldes de las tres ciudades que conforman el área conurbada de la región firmaron la Carta de Intención de los Municipios de la Zona Metropolitana de La Laguna para acceder a recursos federales del fondo de la Secretaría de Desarrollo Social destinado al mejoramiento de la infraestructura urbana.
Luego de la firma del documento, nadie volvió a hablar del tema hasta hace algunos días. El diputado federal Carlos Bracho, advirtió que el dinero disponible estaba en riesgo de perderse debido a que faltaba la autorización del Congreso de Coahuila.
A esto, los legisladores locales respondieron que el convenio signado por los presidentes municipales de Torreón, Gómez Palacio y Lerdo estaba detenido en la Cámara de Diputados local porque desconocían que había recursos de por medio; además dijeron que el alcalde José Ángel Pérez, no se había acercado con ellos para discutir el asunto.
Pocas horas antes de que la Cámara de Diputados federal aprobara otorgar a La Laguna 250 millones de pesos para la Zona Metropolitana, el Congreso local autorizó a Torreón para formar con Lerdo y Gómez Palacio una asociación y poder así planear y desarrollar en conjunto obras de infraestructura.
Pero las decisiones de ambas cámaras apenas son dos de varios trámites que todavía hacen falta para acceder a los recursos en 2008. A escasas semanas de que concluya el año, las autoridades municipales reconocen que todavía no saben qué hacer con los 250 millones de pesos.
La ciudadanía debe presionar a los tres ayuntamientos para que se pongan a trabajar y logren que ese dinero “aterrice” en La Laguna y se haga un uso eficiente de él, de tal forma que no se desaproveche esta nueva oportunidad de fortalecer el desarrollo regional.