Una Ley aprobada por los electores, intenta disminuir los incentivos económicos para los inmigrantes indocumentados en Arizona, que tiene los cruces limítrofes más concurridos de la frontera con México. (Archivo)
Optan inmigrantes por probar suerte en otros estados ante el endurecimiento de las leyes migratorias.
Frustrados por la decadencia de la economía y las nuevas leyes que castigan a sus empleadores, numerosos inmigrantes indocumentados de Arizona han optado por regresar a sus países o probar su suerte en otros estados.
Durante meses los inmigrantes esperaron que fuera implementada la nueva normativa estatal que sancionara a las empresas que contratan a empleados indocumentados, que entra en vigencia el primero de enero. La Ley, aprobada por los electores, intenta disminuir los incentivos económicos para los inmigrantes indocumentados en Arizona, que tiene los cruces limítrofes más concurridos de la frontera con México.
Y al parecer, la normativa ha comenzado a lograr su objetivo.
“La gente me llama para contarme que sus amigos, sus primos, sus vecinos, están volviéndose a México”, expresó Magdalena Schwartz, una activista de los derechos de los inmigrantes y pastora de la iglesia Mesa. “No quieren vivir con miedo, aterrorizados”.
Martin Herrera, un inmigrante indocumentado de 40 años que trabaja como albañil y vive en Camp Verde, a unos 113 kilómetros (70 millas) al norte de Phoenix, dijo que planea regresar a México después de haber permanecido aquí durante cuatro años.
“No quiero vivir aquí por la nueva Ley y el ambiente opresivo”, sostuvo. “Estaré mejor en mi país”.
Consideró que la Ley que sanciona a los empleadores es “absurda”.
“Todos aquí, estemos de manera legal o ilegal, somos parte de un motor que hace funcionar a este país”, manifestó. “Cuando nos vayamos, el motor va a comenzar a apagarse”.
No existe manera de saber cuántos inmigrantes indocumentados viven en Arizona, especialmente ahora que muchos regresan a su país para visitar a sus familiares durante las fiestas. Pero los economistas, abogados de inmigración y personas que trabajan con la comunidad de inmigrantes, coinciden en que están partiendo.
El representante estatal Russell Pearce de Mesa, autor de la normativa que castiga a las empresas, dijo que su objetivo era sacar de Arizona a los inmigrantes indocumentados.
“Espero que se deporten por sí mismos”, dijo Pearce. “Ellos transgredieron la Ley. Son delincuentes”.
Bajo la nueva normativa, las compañías que contraten a sabiendas a trabajadores indocumentados podrán ser sancionadas con penas que van desde la libertad condicional de los responsables a una suspensión de 10 días de las licencias de sus negocios. Una segunda violación de la Ley podría significarles la revocación permanente de la licencia.
Nancy-Jo Merritt, una abogada de inmigración que representa a algunas empresas, dijo que sus clientes ya han comenzado a despedir a los trabajadores que no pueden demostrar que están en el país de manera legal.
“Se están despidiendo trabajadores, obviamente”, señaló. “Nadie quiere descubrir tarde que tenía alguien trabajando que no estaba de manera legal”.
Dawn McLaren, investigadora económica de la Universidad Estatal de Arizona especializada en temas de inmigración, manifestó que la desaceleración económica, especialmente en la industria de la construcción, está contribuyendo también con el éxodo.