Eder López y su mamá María del Carmen García, fueron dura competencia en el reality show Suegras, transmitido por Azteca América. (Fotografía de Jesús Galindo)
TORREÓN, COAH.- La ficción terminó. Eder López y su madre María del Carmen García dejaron el programa Suegras y volvieron a la realidad.
Madre e hijo ya están en Franciso I. Madero, se encuentran contentos por haber obtenido el cuarto sitio en el reality show transmitido en Estados Unidos por Azteca América, saliendo del programa apenas tres días antes de la gran final.
Además del premio económico que recibieron (el cual no pudieron especificar por así estar determinado en el contrato que firmaron), los laguneros se llevaron una gran experiencia de vida y muchos amigos.
“Fue una experiencia que nunca se me va a olvidar, estuvo muy padre, de hecho aprendí cosas como una relación con una mujer, con varios amigos dentro de la misma casa y dormir en el mismo cuarto, así tienes la oportunidad de saber qué piensan de ti; también fue saber cómo ven las suegras a las nueras, a las novias, a los amigos de uno, es como una vida”.
Desde el 12 marzo y durante casi dos meses, Eder (de 24 años) y su mamá estuvieron recluidos en una casa en la ciudad de Miami. El objetivo del certamen era que uno de los seis chicos que ingresaron encontraran a la mujer de su vida de entre las 12 participantes, pero a ésta le tenía que dar el visto bueno su suegra.
Eder confesó que jamás fue su intención entrar al reality y que si acudió al casting fue por la insistencia de una amiga de él que es productora. Cuál sería su sorpresa, que sin proponérselo, le gustó mucho su personalidad a los productores y también la de su madre, siendo invitados al programa.
La señora María del Carmen, en cambio, aceptó ingresar a la emisión porque eso significaba estar conviviendo con su hijo durante dos meses, además eran muy bien atendidos y todo lo tenían pagado. “Es que ya tiene tiempo trabajando en Los Ángeles y pues ya no vivimos juntos, entonces me pareció una buena oportunidad para pasar tiempo los dos”.
A diferencia de otros realities, donde se ha dicho que la gente del programa les dice qué hacer, la señora María del Carmen aseguró que en Suegras no había una “línea” a seguir, recalcando que todo lo que sucedió allí fue verdad: desde los enojos, los amores y la desesperación.
Aunque el objetivo de Eder jamás fue encontrar pareja, sí estuvo a punto de hacerlo al vinculársele con Estrella, pero acepta que la dinámica del programa hace que de repente se confunda. “Creo que quizá no eran las condiciones adecuadas ni el ambiente el más propio, si hubiera sido algo cuidado y profundo, pues quizá se hubiera dado algo”. Eder estará durante unos días con su familia en Francisco I. Madero, luego regresará a Los Ángeles, en donde está tomando clases de canto y actuación y además se desempeña como modelo, entre otras actividades. Mucha gente también lo recuerda por su participación en el primer programa 12 Corazones.
-¿Si hubiera oportunidad de entrar a otro reality, irías?
-No, bueno depende, uno nunca debe decir de esta agua no beberé, hay qué ver.
Polémico y divertido
La cadena de televisión hispana de Estados Unidos Azteca América emitió con éxito desde el 12 de marzo su propia adaptación de Pefect Bride, titulada Suegras, en donde seis madres al lado de sus hijos conocieron a las 12 futuras mujeres, cuyas técnicas de seducción buscaban conquistar a cada uno de ellos.
-Todos se encontraban en una residencia ubicada lejos de la ciudad de Miami.
-La ex Miss Universo 2003, Amelia Vega, fue la presentadora.
-Participaron hombres y mujeres originarios de México, Colombia, Venezuela, Puerto Rico y Estados Unidos, entre otras nacionalidades.
-De una a una, las mamás llegaron en brazo de sus hijos, para después recibir a las 12 mujeres quienes buscaban conquistar a sus hijos.
-A lo largo de diez semanas el televidente vio el poder que tienen las suegras para influir en sus hijos, desatando enredos, conflictos, muchos triángulos de amor, pero sobre todo diversión.
-La ganadora eligió en el último capítulo a una de las tres suegras que quedaban en juego, para pedir la mano de su hijo. Si la suegra aceptaba y el candidato también, habría boda.