El líder de la Unión Ganadera Regional de Durango (UGRD), David Avitia Torres, señaló que el desconcierto se debe a que los ganaderos están en espera de una nueva visita de revisión por parte del gobierno norteamericano.
El Siglo de Durango
Hay incertidumbre entre los productores ganaderos que se dedican a exportar becerros a la Unión Americana, pues el ciclo de exportación ya empezó pero falta una nueva revisión del gobierno estadounidense a realizarse en noviembre.
Así lo dijo el líder de la Unión Ganadera Regional de Durango (UGRD), David Avitia Torres, quien señaló que el desconcierto se debe a que los ganaderos están en espera de una nueva visita del gobierno norteamericano.
“Ahorita hay desconcierto. La gente ve que ya empezó el ciclo de exportación, pero muchos esperan al mes de octubre y noviembre a ver cómo se comporta el mercado”, manifestó.
Admitió que los productores mantienen todo tipo de dudas ya que hasta el mes de noviembre están obligados a exportar en las condiciones de control que impuso el vecino país del norte al autorizar la reapertura de las fronteras.
El ex Diputado local recordó que en noviembre próximo se cumple un año de la reanudación de las fronteras de la Unión Americana al ganado de Durango por parte del Departamento de Agricultura de Estados Unidos.
“Pero esta situación está muy clara: hasta noviembre estamos obligados a exportar en las condiciones en que estamos; es más, no hasta noviembre, sino hasta que los americanos vengan y nos revisen nuevamente”, abundó.
Avitia dijo confiar en que los norteamericanos encontrarán a satisfacción los requerimientos que dejaron a las autoridades y los productores de Durango para seguir sosteniendo relaciones comerciales con el ganado local.
Sin embargo, afirmó que si el Departamento de Agricultura de EU encuentra atendidas sus observaciones y sus requerimientos, Durango podrá aspirar a mejorar el estatus de exportación al vecino país del norte.
“Es decir, exportar con la pura prueba de los becerros, y no como estamos ahora, que requerimos hacer la prueba de las vacas y los becerros. Entonces, así se simplificaría esto”, señaló.
Pidió a los productores que no se dejen engañar y que no se confundan, pues tienen que seguir manteniendo niveles de vigilancia y control sobre las pruebas de sus animales.
Y es que explicó que algunos acopiadores les dicen a los productores que no confían en las pruebas hechas por éstos, y ordenan nuevas revisiones, lo cual es válido también, pero no por ello el productor debe dejar de inspeccionar sus animales.
“Por supuesto que vale. Que lo hagan y que prueben su ganado, porque eso le va a dar un valor más alto en el proceso de comercialización”, agregó Avitia Torres.
El contexto
Como se recordará, la ganadería duranguense fue vetada en las fronteras de Estados Unidos debido a que los norteamericanos detectaron animales enfermos de tuberculosis como si fueran de calidad de exportación.
En ese sentido, tras casi año y medio de estar vetados en el mercado estadounidense, los ganaderos duranguenses recuperaron un estatus de exportación que, sin embargo, está a prueba.
Lo anterior toda vez que el Gobierno de aquel país revisó los hatos y los procesos de vigilancia sanitaria y aprobó la reapertura, con la condición de que en un año volvería a Durango, y ese año se cumple en noviembre próximo.