El juicio contra el asesino en serie conocido en Rusia como el "Maníaco del Martillo" , Alexandr Pichushkin, se reanudó hoy tras varios días de receso por enfermedad del abogado defensor.
El juez ofreció hoy a Pichushkin, acusado de matar a 49 personas entre 1992 y 2006, la oportunidad de contar con un segundo abogado, informó la agencia Interfax.
"No me opongo" , dijo el acusado, que ha prometido plasmar sus fechorías en un libro.
La pasada semana tuvo que ser aplazada la vista por motivos de enfermedad del abogado defensor, Pavel Ivánnikov.
En la jornada de hoy prestaron declaración en el estrado tres familiares de víctimas de Pichushkin, dos vecinas y la hija uno de los asesinados.
El abogado de Pichushkin confirmó que éste había visto satisfecha su solicitud de ser trasladado a la prisión preventiva de alta seguridad Matrósskaya Tishiná, donde también estuvo encarcelado durante varios meses el magnate Mijaíl Jodorkovski.
Los familiares de las víctimas piden a los jueces que condenen a muerte a Pichushkin, pese la moratoria sobre la aplicación de la pena capital que rige en este país.
El asesino, empleado en una tienda de comestibles de Moscú, insiste en que mató a 61 personas, aunque la policía por ahora sólo le reconoce 49 asesinatos, y soñaba con llegar a los 64, tantos como casillas hay en un tablero de ajedrez.
De confirmarse la macabra cifra, superaría a Andréi Chikatilo, más conocido como el "Destripador de Rostov" , el asesino en serie más famoso de la historia de este país, que mató a 52 niños y mujeres.
Pichushkin, de 33 años, fue apresado por la policía en su casa en julio del pasado año con el arma del crimen en la mano -un martillo de carpintería- y un tablero de ajedrez con casi todas las casillas cubiertas con monedas.
En la primera vista del juicio, que se celebra en Moscú entre fuertes medidas de seguridad, Pichushkin se negó a declarar aduciendo que quedaban por "aclarar algunas cuestiones de carácter personal".
Menos uno, Pichushkin cometió todos sus crímenes en el mismo lugar, el parque de Bitsa, en el distrito sur de Moscú, y casi siempre con la ayuda de un martillo, herramienta con la que golpeaba a sus víctimas hasta que éstas dejaban de mostrar señales de vida.
Cometió su primer asesinato en 1992, cuando con 18 años recién cumplidos empujó por la ventana a un amigo del colegio, con el que se disputaba el amor de una compañera.
En su mayoría, las víctimas eran alcohólicos a los que tentaba con el pretexto de compartir una botella de vodka en el parque de Bitsa.
Pischushkin podría ser condenado a pena de muerte, que se le conmutaría por cadena perpetua, ya que Rusia adoptó una moratoria sobre la pena capital en 1996 al ingresar en el Consejo de Europa.
