Sombrerete,Zac. .- La presencia del Ejército Mexicano en esta ciudad ha motivado que la población se encuentre tranquila, luego de que hace unas semanas se veía la zozobra entre los habitantes por motivos y sucesos ya multicitados que no dejaban de preocupar incluso a la administración municipal.
Se sabe de la instalación de dos retenes del Ejército, a diferencia que hace un par de años se tenía sólo uno, esto en al paraje conocido como El Álamo, sobre la carretera Panamericana hacia el vecino estado de Durango.
Ahora se colocó otro retén pero a un par de kilómetros de la ciudad, a la salida a la ciudad de Zacatecas a un costado del lienzo charro Las Maravillas.
Esto obedece a un operativo especial de la Armada para la detección de armas de fuego que sólo son permitidas para uso exclusivo del Ejército, pero obviamente también están para la detección de algún cargamento de droga, entendiendo que Sombrerete es paso obligado hacia el estado de Durango y su consabida prolongación hacia la frontera de estupefacientes que se dice pudieran venir de los municipios de Chalchihuites y Jiménez del Teúl.
Sobre todo de este último, llama la atención sobre el tema, pues se enclava en la zona serrana, que colinda con Valparaíso, municipio de Zacatecas, y hasta con el estado de Jalisco.
También éste es uno de los pasos que siguen las personas de Centroamérica, como Guatemala, Honduras, El Salvador, etc, que van en busca del sueño americano y que en estos retenes el Ejército los puede identificar y de ahí canalizarlos a la instancia correspondiente.
De cualquier manera, por razones obvias, casi a diario en la ciudad se ve una unidad del Ejército Mexicano que tiene todas las facilidades del gobierno del alcalde Humberto Rodarte Ibarra, pues se sabe que precisamente en el retén hacia Zacatecas se habilitó un albergue para uso exclusivo de los soldados que suman alrededor de 30 elementos con sus respectivos jefes de mando.
La población siente alivio cuando por las calles de la ciudad transitan tanto en su unidad como a pie los soldados del Ejército Mexicano, que aunque tienen definidos sus operativos no dejan de darle a los sombreretenses una especie de tranquilidad, incluso hasta en el aspecto económico, ya que se tenían meses en que por las mismas raras circunstancias el comercio y el turismo se habían desplomado.