La Secretaría de la Defensa Nacional destinó sólo 34 elementos más de los que tenía asignados el año pasado, para las tareas de vigilancia de las instalaciones estratégicas de Pemex en el país. (Archivo)
Desde el Gobierno de Fox disminuyeron las exigencias al interior de la petrolera.
Durante el sexenio pasado las exigencias de seguridad industrial al interior de Petróleos Mexicanos (Pemex) disminuyeron al reducirse el rango de la dirección de Seguridad a subdirección.
Y es que con Raúl Muñoz Leos al frente de Pemex, la dirección de seguridad a cargo de Rafael Fernández de la Garza se modificó estructuralmente y se redujo a subdirección, por lo que se relajaron los niveles de seguridad en la práctica industrial de la empresa, recordó Juan Antonio Bargés, quien se desempeñaba como subsecretario de Hidrocarburos cuando se creó esta área.
En este sentido, es que la incidencia de accidentabilidad ha aumentando a últimas fechas, planteó Bargés.
Rogelio Gasca, analista del sector eléctrico, recordó que Fernández de la Garza fue puesto en esa dirección porque desarrolló todo el sistema de seguridad de la planta nuclear de Laguna Verde, cuya referencia nacional es que cuenta con los mayores niveles de aseguramiento industrial, protocolos de seguridad y emergencias.
Pemex Exploración y Producción informó que estas modificaciones han permitido que en cada perforación de un pozo exista personal de seguridad supervisando los procedimientos. A decir de la subsidiaria la estructura anterior era demasiado burocrática.
El programa que desarrolló Fernández de la Garza dentro de Pemex se denominó Sistema Integral de Aseguramiento Seguridad y Protección Ambiental (SIASPA), pero se le cambió el nombre por el de Seguridad, Salud y Protección Ambiental (SSPA).
De acuerdo con información de Pemex, los cambios se realizaron con la intención de fusionar algunos procedimientos dentro del nuevo esquema de seguridad en el que se incorporaron áreas de mayor claridad en materia de salud ocupacional.
Según los parámetros de empresas petroleras internacionales, la incidencia de accidentes en este tipo de actividades se debe a un conjunto de sistemas que fallan al mismo tiempo, en los cuales no se siguió el protocolo de emergencias.
La creación del SSPA fue para asegurar el funcionamiento integral de los organismos de Pemex mediante la elaboración de un manual para su efectiva implementación con 12 prácticas que se incorporaron a partir del presente año.
Las nuevas líneas de acción señalan nuevos protocolos de auditorías, estrategias de implantación, guías técnicas y autoevaluación, entre las principales.
Indemnizan a 16 deudos de trabajadores muertos
Petróleos Mexicanos informó sobre la situación que guarda el pago de las indemnizaciones a 16 deudos de los trabajadores fallecidos en el accidente ocurrido el pasado 23 de octubre, en la plataforma Usumacinta, en la Sonda de Campeche.
La paraestatal aseguró que ahora, una vez que fueron plenamente reconocidos los beneficiarios legales, Petróleos Mexicanos y las tres compañías involucradas resolvieron y pagaron las indemnizaciones correspondientes a los deudos de 16 de ellos.
Para finiquitar el pago de las indemnizaciones se requiere contar con la designación de beneficiarios. Para ello es necesario que la autoridad laboral declare “legítimo beneficiario” de los derechos del extinto trabajador, a quien de manera legal compruebe dicha titularidad, informó en comunicado.
Los montos de las indemnizaciones se mantendrán bajo reserva, a solicitud de los beneficiarios. Es importante destacar que todas las indemnizaciones de las empresas prestadoras de servicio, se han dado por encima de lo que marca la Ley.
Sin embargo, aún hay cuatro casos pendientes, dos en los que se comprobó la titularidad de los beneficiarios, se encuentran en trámite de pago; y en los otros dos se concilia la titularidad de los beneficiarios.
Por lo que se refiere al trabajador no identificado, así como al empleado desaparecido, Pemex aún no ha iniciado el procedimiento jurídico para el pago de las indemnizaciones correspondientes, porque así lo dispone la Ley, según boletín.
Finalmente, informó que en todos los casos se cubrieron los gastos funerarios y traslado de féretros a sus lugares de origen. Asimismo fueron pagadas la estancia y transportación de sus familiares durante los días posteriores al accidente.
Tras atentados, Sedena desdeña amenaza del EPR
A pesar de los actos de sabotaje perpetrados meses atrás por el Partido Democrático Popular Revolucionario-Ejército Popular Revolucionario (EPR) en ductos de Petróleos Mexicanos, la Secretaría de la Defensa Nacional destinó sólo 34 elementos más de los que tenía asignados en 2006, para las tareas de vigilancia de las instalaciones estratégicas del país.
Así lo revelan los informes de labores de esa dependencia federal, que detallan que el año pasado se desplegaron 2 mil 313 soldados en promedio mensual, para la seguridad de 126 sedes de la infraestructura clave que existe en el país.
Pero el reporte más reciente de la Sedena -que incluye las actividades del 1 de diciembre de 2006 al 31 de agosto de 2007- señala que 2 mil 347 elementos en promedio al mes fueron asignados para la vigilancia de 131 instalaciones “indispensables para la operación general del país”.
Esto implica que en el último año se amplió la seguridad a otras cinco instalaciones más, pero la cifra de elementos del Ejército comisionados, equivale a 17 militares en promedio que vigilan cada uno de los 131 puntos estratégicos, donde opera infraestructura de Pemex, Comisión Federal de Electricidad, Comisión Nacional del Agua, Luz y Fuerza del Centro, Caminos y Puentes Federales, Aeropuertos y Servicios Auxiliares y Telecomunicaciones de México, entre otras.
El despliegue militar no impidió que el EPR atentara contra instalaciones de Pemex en los estados de Querétaro, Guanajuato, Veracruz y Tlaxcala, perpetrados el 5 y el 10 de julio, así como el 10 de septiembre pasados.
De hecho, Eduardo Medina-Mora, titular de la Procuraduría General de la República (PGR), reconoció, el 13 de julio pasado, que “tenemos un mapeo cuidadoso y pormenorizado de los grupos (subversivos), y esto no puede derivarse en la pretensión de tener la capacidad de adivinar exactamente dónde van a golpear”.
A partir de los ataques eperristas, el Gobierno Federal aseguró que se reforzaron las instalaciones estratégicas del país, aunque el último informe de la Secretaría de la Defensa Nacional establece que en la llamada operación Centinela II sólo se asignaron a esta tarea 2 mil 347 elementos (34 más que el año pasado), quienes recorrieron 209 mil 688 kilómetros, de los que 183 mil 834 fueron vía terrestre y 25 mil 854 vía aérea.