Participarán cerca de 180 parejas italianas en la ceremonia del 14 de febrero en la ciudad de Terni.
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ROMA, ITALIA.- La urna que contiene los restos de San Valentín en la central ciudad italiana de Terni, dará testimonio de nueva cuenta de la renovación de la promesa de amor y fidelidad que se harán las parejas que este año contraerán nupcias.
La ancestral ceremonia se realizará mañana miércoles en la catedral dedicada a San Valentín en Terni, a la cual acudirán al menos las 180 parejas que irán al altar a lo largo de este año.
"San Valentín ayuda a los enamorados desde el tiempo de las persecuciones (romanas a los primeros católicos) hasta hoy a realizar su sueño de amor", recordó el párroco de la basílica, Mario Ottaviani.
Las 180 parejas han pedido participar en la "Fiesta de la Promesa", que se celebra el 14 de febrero, el Día del Amor y la Amistad, y en ella se prometerán fidelidad ante la urna que resguarda los restos del santo.
Según la tradición, San Valentín, patrono de Terni, ubicada en la central región de Umbria, renueva cada 14 de febrero sus milagros de amor.
Este santo, quien fue el primer obispo de la ciudad, sufrió persecución por el Senado romano, la cual incluyó su martirio precisamente el 14 de febrero de 273 de nuestra era, bajo el imperio de Aureliano.
Su fama sobre todo se debe a que celebró el matrimonio entre una cristiana y un legionario pagano, tras lo cual las parejas de enamorados comenzaron a pedir su bendición.
San Valentín también es recordado por su lapidación y decapitación tras su intento de convertir al emperador romano al cristianismo.
Casi mil 730 años después, centenares de futuros esposos se han dado cita en la basílica dedicada a San Valentín para intercambiar una promesa de amor en el festejo central de un calendario alegórico que comprende todo el mes de febrero.
Durante este segundo mes del año Terni, conocida en Italia como la ciudad del amor, organizará espectáculos artísticos, encuentros culturales y recorridos por los sitios de interés artístico e histórico.
Para los historiadores, esta fiesta de los enamorados nació como un intento de la Iglesia Católica de poner fin al popular rito pagano de la fertilidad.
En apoyo a sus indagaciones citan que al menos desde el siglo IV antes de Cristo, los romanos rendían homenaje, con un rito anual, al dios Lupercus.
Papeles con nombres de hombres y mujeres eran depositados y mezclados en una urna, y luego un niño sacaba los papeles formando parejas, cuyos integrantes se comprometían a vivir juntos por un año para que el rito de la fertilidad tuviera lugar.
La tradición sostiene que mientras San Valentín estaba en prisión en espera de su ejecución, logró a través de la fe que la hija ciega del guardián Asterius recuperara la vista.