Gracias a la aplicación del programa de prevención, las zonas arqueológicas de Quintana Roo y Yucatán no fueron dañadas por Dean. (EFE)
México, DF.- El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) reportó saldo blanco luego del paso del huracán Dean por las zonas arqueológicas y museos de los estados de Yucatán, Quintana Roo y Campeche, y aseguró que el patrimonio cultural de la región “permanece intacto”.
En su reporte, el instituto destacó que luego de realizar recorridos para verificar las afectaciones en los sitios arqueológicos se corroboró el saldo blanco y tras concluir su limpieza fueron reabiertos al público.
De acuerdo con Federica Sodi Miranda y Adriana Velázquez Morlet, directoras de los centros INAH en Yucatán y Quintana Roo, respectivamente, en algunos sitios arqueológicos sólo se registraron encharcamientos, caída de ramas, árboles y palmeras, así como falta de energía eléctrica que no afectan las estructuras piramidales prehispánicas.
En un comunicado, se dio a conocer que gracias a la aplicación permanente del Programa de Prevención de Desastres en Materia de Patrimonio Cultural (Previnah) se evitaron mayores daños pero que los sitios arqueológicos permanecerán cerrados hasta garantizar la completa seguridad de los visitantes.
Tras reunirse con los directores de las distintas zonas arqueológicas del estado de Yucatán, Sodi Miranda apuntó que Dzibilchaltún y su museo, Ruinas de Aké, Izamal, Ek Balam, Oxkintok, Mayapán, Balamcanché, Chichén Itzá, Uxmal, Loltún, Kabah, Labná, Sayil y Xlapak, resultaron sin daños.
En el sitio arqueológico de Chacmultún (localizado a tres horas de distancia de la ciudad de Mérida), el camino de acceso se encuentra anegado, lo que impide saber su situación; sin embargo, confió en que las medidas preventivas de seguridad hayan funcionado adecuadamente como en los otros sitios. En el caso del Museo Regional de Yucatán Palacio Cantón y la Pinacoteca Juan Gamboa Guzmán, informaron que se aplicaron las medidas establecidas por el Previnah, que incluyen la protección de archivos, el recubrimiento de los bienes culturales expuestos y el retiro de objetos que puedan convertirse en proyectiles.
También se embalaron los bienes muebles, se colocaron lonas y se retiraron y resguardaron colecciones, además de que se llevó a cabo la limpieza de los canales de desagüe, impidiendo así daños al patrimonio cultural.
En Quintana Roo, Adriana Velázquez señaló que el paso del meteoro por la entidad obligó el cierre de las zonas arqueológicas de Chacchoben, Oxtankah, Kohunlich y Dzibanché-Kinichná, donde se registró caída de palmas y ramas de árboles que obstaculizan los caminos de acceso, aunque de inmediato iniciaron los trabajos de limpieza.
El Previnah es un programa a cargo de la Coordinación Nacional de Centros INAH, creado en 2001 con el objeto de sensibilizar, capacitar y difundir información a los trabajadores de la institución para establecer acciones de carácter preventivo para resguardar el patrimonio cultural cuando ocurra un fenómeno natural de este tipo.
El programa de protección de zonas arqueológicas, monumentos históricos y bienes muebles bajo custodia del INAH es realizado con la asesoría de expertos del Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred) y Protección Civil de la Secretaría de Gobernación.
Las medidas están encaminadas a prevenir que a los bienes culturales les suceda lo mismo que con los fenómenos naturales como Isidore, que afectó a Campeche y Yucatán principalmente, o los huracanes Paulina, en Guerrero; Gilberto en las costas de Quintana Roo, y Kenna en Nayarit. Estos desastres provocaron daños en los monumentos históricos, en los cuales se tuvo que invertir mucho para su rehabilitación.
En alerta
La alerta se mantenía ayer todavía en las zonas arqueológicas e históricas de Veracruz y Tamaulipas, donde entró el ojo del huracá,n y en otros estados aledaños, como San Luis Potosí o Puebla, donde se han instrumentado medidas específicas.
Jacinto Chacha, director del centro INAH-Veracruz, informó que en su caso hubo alerta y medidas preventivas en las zonas arqueológicas de El Zapotal, Tres Zapotes, Quiahuiztlan, El Tajín, así como en el Museo de Higueras y el Fuerte de San Juan de Ulúa.
De acuerdo con lo previsto en el Previnah, en Tres Zapotes y el Zapotal se construyeron cinturones de seguridad con costales de arena para desviar el curso del agua. En este último lugar se puso mayor énfasis debido a que la estatua de tamaño natural elaborada en barro, conocida como Mictlantecutli (Señor de los Muertos), está descubierta en su sitio original.
En El Tajín se protegieron las pinturas murales, mientras que en el Fuerte de San Juan de Ulúa se tapiaron las rejillas del techo que da al depósito de colecciones y las ventanas y puertas de la Casa del Gobernador que alberga material arqueológico y el archivo del lugar.
Además, se instaló un subcomité de evaluación formado por los arqueólogos asignados a cada sitio, restauradores, coordinadores de museos, personal administrativo y de seguridad, a fin de intervenir en la evaluación de daños en caso de que sea necesario.
Personal del INAH supervisa los trabajos de prevención y se mantienen guardias las 24 horas del día, en tanto que los distintos coordinadores sujetos al Previnah están en constante comunicación con las autoridades de Protección Civil y del Ejército Mexicano.
En la zona arqueológica de Yohualichan, localizada en la sierra norte de Puebla, se mantiene especial vigilancia toda vez que, de acuerdo con los reportes del Servicio Meteorológico Nacional, el huracán entraría con mayor fuerza.
La dependencia señaló que será la próxima semana, cuando los directores de los centros INAH en las entidades involucradas den a conocer su reporte final.
Sin embargo, reiteraron que hasta el momento se puede informar que, en materia de patrimonio cultural en la región, “hubo saldo blanco”.