Las Fuerzas de Seguridad de Tiflis, Georgia, utilizaron ayer la fuerza para dispersar a manifestantes que protestaban para pedir la dimisión del presidente Mijaíl Saakashvili. (EFE)
La Policía Antidisturbios de Georgia utilizó ayer gases lacrimógenos y cañones de agua para disolver a miles de manifestantes congregados frente a la sede del Parlamento para exigir la renuncia del presidente georgiano, Mijail Saakashvili.
Los agentes policiales, que llevaban máscaras antigas, porras y escudos, reprimieron a los manifestantes, que poco antes ya habían sido desalojados de la Plaza Central, situada frente al Parlamento, donde protestaban por sexto día consecutivo.
Cerca de 400 personas tuvieron que ser atendidas en distintos hospitales de Tiflis debido al impacto de las balas de goma y gases lacrimógenos utilizados por la Policía georgiana.
En la primera operación policial, fue detenido Gueorgui Jaindrava, ex ministro de Estado para arreglo de conflictos y uno de los principales líderes de la Oposición, quien convocó a la protesta frente al Parlamento, según la agencia de noticias Novosti.
Otra líder opositora Tina Jidasheli precisó que alrededor de mil policías golpearon a decenas de personas y detuvieron a varias, mientras un equipo ruso de televisión denunció que los agentes antidisturbios les quitaron los videos que habían grabado.
Según el ministro georgiano de Sanidad, David Tkeshelashvili, cerca de 250 personas solicitaron atención médica después de la disolución de la manifestación por las Fuerzas Antidisturbios.
“No hay heridos graves, se trata sobre todo de personas con contusiones y con las vías respiratorias y mucosas resentidas por el gas lacrimógeno”, dijo Tkeshelashvli.
El primer ministro de Georgia, Zurab Nogaideli, justificó el empleo de la Fuerza pública contra los manifestantes, al argumentar que para despejar la avenida Rustaveli, la principal de la capital, se utilizaron todos los medios permitidos.
Nogaideli anunció que la presidenta del Parlamento, Ninó Burdzhanadze, se entrevistará pronto con los dirigentes de la Oposición.
“Cuando se reanude el tráfico por la avenida Rustaveli y cuando las Fuerzas Antidisturbios regresen a sus cuarteles volveremos al diálogo con la Oposición, que es la única salida”, dijo Burzhanadze a un grupo de periodistas en la sede del Legislativo.
El máximo jerarca de la Iglesia Ortodoxa de Georgia, el Patriarca Elías II, llamó al Gobierno y a la Oposición a entablar el diálogo y se ofreció como mediador en este proceso con el fin de encaminar al país hacia la paz.
En un principio, la Oposición exigía la celebración de elecciones parlamentarias en el segundo trimestre de 2008, la formación de la Comisión Electoral Central sobre bases paritarias y la libertad de todos los presos políticos.
Sin embargo, después de que el presidente de Georgia rechazó de manera tajante esas demandas, la oposición redujo sus exigencias a una sola: la dimisión del jefe del Estado, quien llegó al poder en una revolución pacífica en 2003.
DECRETAN ESTADO DE EXCEPCIÓN DE 15 DÍAS EN GEORGIA
El presidente de Georgia, Mijaíl Saakashvili, decretó ayer, en un primer momento, el estado de excepción en la capital, Tiflis, y posteriormente en todo el país, debido a los “desórdenes” protagonizados por la oposición y al intento de “Golpe de Estado”, y lo amplió durante 15 días.
En un primer momento, el primer ministro, Zurab Nogaideli, había limitado el estado de excepción a la capital, Tiflis, pero el ministro de Economía, Gueorguii Arveladze, precisó posteriormente que éste se extendía a todo el país.
Horas antes, Saakashvili había anunciado la expulsión de tres diplomáticos rusos por mantener contactos con la oposición, y acusó a Moscú de “crear un gobierno en la sombra” para usurpar el poder.