VICENTE GUERRERO, DGO.- A pesar de la modernidad y competencia desleal, los locales del Mercado Abel Núñez mantienen activo un servicio heredado por generaciones a través de 60 años.
Orlando Herrera Aviña es de las nuevas generaciones; su padre le enseñó el oficio del comercio, pero ahora con nueva visión observa las necesidades de infraestructura para impedir el cierre de locales y hacer más atractivo el servicio.
Al igual que Orlando, más de 100 locatarios, que diariamente ofrecen sus diversos productos a la comunidad, exigen medidas de seguridad, arreglo a los accesos y más sanitarios, pues admiten estar en riesgo de sufrir siniestros como el incendio registrado en octubre de 2006.
Después de ese conflagración, el Municipio prometió crear un Cuerpo de Bomberos, pero a la fecha no hay indicios, los locatarios siguen desprotegidos al igual que los habitantes de esta ciudad en constante desarrollo.
Por méritos propios, Orlando se convierte en dirigente de los locatarios y en la “piedra del zapato” del alcalde, Bernardo Nevárez Guzmán, al exigirle el cumplimiento de sus promesas, tanto de un Cuerpo de Bomberos como la construcción de sanitarios al interior del mercado.
Los baños quedaron inconclusos, están suspendidos los trabajos, al menos así lo constató El Siglo de Durango en un recorrido al interior del mercado; los locatarios y clientes solamente cuentan con tres sanitarios de hombre y tres de mujeres, mismos que en tiempo de Feria se saturan.
Requieren de otros cinco baños para hombre y cinco para mujeres, por lo que exigen que se reinicien los trabajos en atención a la comunidad, pues en Vicente Guerrero las autoridades se han olvidado de esa necesidad, ya que solamente hay tres sanitarios públicos en toda la ciudad.
Hay un velador pagado por el Ayuntamiento, el cual por su edad necesitan contratar a otro y así evitar robos y demás problemas en los locales, como pudieran ser los siniestros.
No obstante, el mosaico pintoresco del mercado lo forman locales con venta de semillas, frutas de primera, gorditas, ricos platillos del día, ropa de calidad y hasta piratería; a fin de contrarrestar la competencia del ambulantaje, luchan para evitar el cierre de sus negocios, toda una tradición.
COMPETENCIA DESLEAL
“Vicente Guerrero crece y del mismo modo aumenta el ambulantaje, obligando a los comerciantes establecidos a salir a las calles para competir”, señala Orlando.
Tanto las banquetas y parte de la cita asfáltica de las avenidas Ignacio Zaragoza como Vicente Guerrero, entre otras, están ocupadas por los comerciantes; los transeúntes en algunas partes se ven en la necesidad de rodear, con el riesgo de ser atropellados por tanto bólido que se observa en esta ciudad.
La mayoría de los ambulantes son gente que llega de Nombre de Dios, Súchil y norte de Zacatecas, para ofrecer productos de la región como chile seco, cacahuates, nueces, nopales, frutas frescas y alimentos varios.
Orlando considera una necesidad que el Municipio reubique a los ambulantes, porque dentro de poco –al paso que van- invadirán la plaza como en estos días de Feria patronal, así como las calles, y será difícil transitar o el número de accidentes aumentará; por eso, más vale prevenir que lamentar.
TODA UNA TRADICIÓN
Bonifacio Chávez Ibarra vende semillas de calabaza desde hace 14 años en el Mercado Abel Núñez; su padre Jesús Chávez Almaraz le enseñó el oficio, mismo que hace con cariño y mucha dignidad.
“Tengo 56 años de edad y ya existía el mercado, mi padre vendía semilla, entonces no había tanto puesto, hoy está muy cambiado, el mismo tiempo exige más dinámica y los locatarios lo van logrando”, señala Bony.
Con su canasta de semillas en una de las puertas del mercado, ve pasar cientos de personas a diario, muchas lo conocen de años y saludan; Bony se ha ganado la estimación por su sencillez y amabilidad, elementos necesarios para cuidar a los clientes, dice.
NADA SERÁ IGUAL
Desde el 8 de octubre de 2006 en que se incendió una frutería del Mercado Abel Núñez y cuatro negocios más resultaron con daños menores, nada será igual, pues los locatarios viven en la incertidumbre por falta de medidas de seguridad.
Aquel día, los policías y Alcalde a cubetazos intentaban apagar el fuego y ante la gravedad del incidente fue necesario solicitar auxilio a los bomberos de Sombrerete, Zacatecas, para evitar que se propagaran las llamas.
Ese domingo quedó demostrada la necesidad de un Cuerpo de Bomberos, pues Vicente Guerrero es una de las diez ciudades más grandes del estado y carece de este elemental servicio. El Alcalde lo prometió, pero a la fecha no hay nada formalizado.
Pliego petitorio
Los locatarios, a través de su dirigente Orlando Herrera Aviña, solicitan la reubicación de los taxistas, para usar ese lugar como estacionamiento, ya que el Mercado Abel Núñez requiere de ese servicio para ofrecer un mejor servicio a la sociedad.
Para competir con otros negocios, los locatarios consideran necesario no solamente el estacionamiento sino el arreglo de la red de drenaje, ya que en tiempo de lluvias se inunda el interior del mercado.
Herrera Aviña también señala la necesidad de reformar el reglamento del mercado para regularizar a 20 locatarios instalados alrededor de la glorieta, ofrecerles el lugar en comodato, pues ya son parte de la organización.
Comenta que las ventas no son malas, se mantienen en la preferencia de los consumidores, gracias a la calidad de sus productos, pero no niegan la falta de una mejor infraestructura como estacionamiento, ya que se localiza en el centro de la ciudad y sus calles son de las más circuladas, resulta difícil por los espacios para carga y descarga, así como la atención al cliente.
Orlando reitera que también se requiere cambiar la red de drenaje pues la existente es obsoleta, por lo que en tiempo de lluvias los desagües son insuficientes.
