HORARIOS | FALTA DE PUNTUALIDAD VA RELACIONADA CON ASPECTOS CULTURALES.
EL UNIVERSAL
Tolerar la impuntalidad pueder ser un cargo muy oneroso
MÉXICO, DF.- Martha tarda hora y media en trasladarse del Estado de México al Distrito Federal para llegar a tiempo a su trabajo. A las nueve en punto debe checar su tarjeta y sólo tiene diez minutos de tolerancia.
?Aquí nos descuentan por los minutos que llegamos tarde, lo más que me han quitado son 30 pesos al día, pero luego se me hace tarde y para llegar tengo que tomar un taxi que me cobra 35 pesos?, relata Martha.
Una empresa paga a sus empleados el salario mínimo de 50.57 pesos (5.26 pesos la hora); los empleados trabajan un promedio de 9.6 horas diarias con diez minutos de tolerancia. Si la empresa tiene 50 empleados, entonces tolera 500 minutos semanales, lo que equivale aproximadamente a la pérdida de un día de salario de una persona a la semana (50.49 pesos). A mayor número de personas, más crítica se convierte la cifra.
El ejemplo, considerando el salario mínimo actual, es proporcionado por Grupo Besser, empresa especializada en sistemas checadores de entradas y salidas. La firma asegura que controlar a los empleados permite descontar los minutos no trabajados por nómina y a su vez, determinar los premios por puntualidad.
Para Leni Sánchez, encargada de servicios comerciales de PPC Worldwide México y especialista en temas de recursos humanos, agrega que la impuntualidad se presta para que los empleados abusen de la confianza, por ejemplo, cuando no llegan a tiempo piden a otros que los anoten en la lista de asistencia.
Para las empresas que controlan los horarios de sus empleados es fácil hacer un cálculo similar, pero no sucede lo mismo con los ejecutivos.
De acuerdo con los expertos, llegar tarde a una cita de trabajo implica más que el tiempo o dinero perdido. La imagen de la empresa se ve afectada, así como la posibilidad de perder un cliente o un negocio importante. El tema de la reunión pasa a segundo término y el ejecutivo pierde minutos valiosos en dar excusas.
Carlos Bojórquez, gerente de desarrollo organizacional en Grupo DESC, dice que la impuntualidad repercute en dos vertientes: ?en el mensaje que la persona transmite a sus colegas, que se interpreta como falta de seriedad y compromiso, y por otro lado, en el mensaje que da de poca importancia para atender los compromisos conferidos?.
El directivo cree que la falta de puntualidad en México va relacionada con aspectos culturales, creencias y valores: ?me ha tocado trabajar con gente de Estados Unidos y son sumamente estrictos en ese sentido, si te citan a las ocho es a esa hora, no antes ni después?.
Asimismo considera que las buenas y malas prácticas dentro de las organizaciones delimitan las acciones: ?Cuando los empleados identifican a una figura o un líder como modelo a seguir, su patrón de comportamiento se difunde con el resto de la gente, a veces de boca en boca, si ven que llega tarde también lo empiezan a hacer?.
Al igual de Bojórquez, Sánchez explica que en el caso de los ejecutivos, es difícil calcular el impacto de la impuntualidad: ?no es lo que le cuesta al cliente un café adicional cuando espera en el restaurante, sino la percepción que tendrá hacia la empresa?. La especialista detalló que en una plática de negocios lo primero que se busca es la empatía y aceptación del cliente, si el ejecutivo llegar tarde, la percepción cambia.