“No dudar en confiar en Él. Buscarlo, escucharlo y amarlo con todo vuestro corazón. En la amistad con Él está la verdadera alegría que da sentido y valor a la existencia”. BENEDICTO XVI, MÁXIMO JERARCA DE LA IGLESIA CATÓLICA
Benedicto XVI viajó ayer a Vigevano, en el norte de Italia, en su primer viaje pastoral por el país, donde invitó a los cristianos a ser “valientes testigos” de Cristo y a defender la familia.
Vigevano es la única diócesis de la región de Lombardía que no visitó Juan Pablo II en sus 27 años de Pontificado y según dijo el Papa ante las varias decenas de miles de presentes, ha querido comenzar en ella su peregrinación pastoral por Italia, “una manera de reanudar el camino recorrido por (Karol) Wojtyla”, precisó.
Joseph Ratzinger, elegido el 19 de abril de 2005, sólo se ha desplazado en estos dos años de Pontificado por Italia a Bari (sureste), donde clausuró en mayo de 2005 el Congreso Eucarístico Nacional.
A ese congreso tenía previsto asistir Juan Pablo II, pero la muerte le llegó dos meses antes. Benedicto XVI mantuvo el viaje “apalabrado” por su antecesor, pero no lo considera como una visita pastoral a las diócesis italianas.
El Obispo de Roma llegó a Vigevano a media tarde y lo primero que hizo fue reunirse con los jóvenes y los enfermos. Expresó su solidaridad con los que sufren, están en dificultad o están marginados y pidió a los jóvenes que “se fíen de Cristo, que no tengan miedo a seguirle.
“No dudar en confiar en Él. Buscarlo, escucharlo y amarlo con todo vuestro corazón. En la amistad con Él está la verdadera alegría que da sentido y valor a la existencia”, dijo el Papa.
En la renacentista plaza Ducal de Vigevano, construida por Ludovico el Moro, Benedicto XVI ofició una misa junto a los obispos de la región de Lombardía, en cuya homilía animó a los fieles a ser “valientes testigos” de Cristo y a confiar en Jesús, “que hará fructíferos vuestros esfuerzos pastorales”.
El Papa teólogo también les animó a “no cansarse” en promover una pastoral que ayude a los jóvenes en la búsqueda de un verdadero significado a su existencia. Benedicto XVI les pidió también que defiendan la familia, de la que, dijo, es la base de la sociedad.
“Sólo trabajando en favor de la familia se puede renovar el tejido de la comunidad eclesial y de la misma sociedad civil”, aseguró el Papa.
Benedicto XVI recordó la tradición cristina de la zona y los numerosos santos que ha dado a la Iglesia. En ese contexto destacó al laico local Teresio Ilivelli, miembro de Acción Católica, que murió a los 29 años en el campo de concentración nazi de Hersbruck (Alemania), “víctima sacrificada de una brutal violencia, a la que le opuso el tenaz ardor de la caridad”.
Con motivo de la visita a Vigevano, la asociación de fabricantes de calzados de la ciudad, famosos en toda Italia por la calidad de sus creaciones, le ha regalado un par de zapatos y otros diez mil pares, que destinará a necesitados de África.
Visita Benedicto XVI tumba de San Agustín
El Papa Benedicto XVI reiteró AYER su campaña en defensa de la familia tradicional durante una peregrinación al norte de Italia que coronará con una visita a la tumba de San Agustín.
Ayer por la tarde, el Papa se dirigió a la cercana Pavía, Italia, para orar ante la tumba de Agustín, uno de los padres de los comienzos del cristianismo y dilecto del Pontífice.
San Agustín, que vivió del 354 al 430, ejerció un enorme impacto en la cristiandad y sus escritos -entre ellos “La ciudad de Dios” y las “Confesiones”- son considerados por muchos como los cimientos de la teología occidental.
Benedicto es particularmente afecto a San Agustín, sobre quien redactó su tesis doctoral en 1953. Suele referirse a San Agustín en sus homilías y es considerado uno de los más conocedores del pensamiento agustiniano, según los expertos.
Agustín se crió como cristiano, pero de adolescente renunció a su fe. De adulto tuvo una resonante conversión que lo devolvió a la religión.