En el primer intento, el proyecto de Ley de reforma migratoria fracasó el 7 de junio pasado porque los senadores no lograron ponerse de acuerdo para poner fin al debate y proceder a votar la iniciativa. (Archivo)
Rechaza un importante número de legisladores la iniciativa que cuenta con el apoyo de la Casa Blanca.
El Senado de Estados Unidos se prepara para retomar esta semana el proyecto de Ley de reforma migratoria integral que cuenta con el apoyo de la Casa Blanca, pero el rechazo de un importante número de legisladores.
El próximo martes los senadores tienen previsto votar acerca de una moción para volver a tratar la iniciativa, aunque el debate se limitará a 24 enmiendas previamente acordadas, doce para cada partido, republicano y demócrata.
En el primer intento, el proyecto de Ley fracasó el 7 de junio pasado porque los senadores no lograron ponerse de acuerdo para poner fin al debate y proceder a votar la iniciativa.
La propuesta legislativa prevé un programa de trabajadores temporales y una vía para la legalización de buena parte de los cerca de doce millones de inmigrantes ilegales que se calcula, que viven en Estados Unidos.
Hasta el momento reina la incertidumbre sobre cuál será el resultado de la votación de mañana en la Cámara Alta.
El proyecto tiene el respaldo de la Casa Blanca, donde el presidente George W. Bush jugó un importante papel para rescatar la iniciativa y persuadir a los líderes legislativos para que volvieran a someterla al pleno.
Pero también cuenta con la oposición de un buen número de senadores, la mayoría republicanos, hasta el punto que es difícil saber si obtendrá el “número mágico” de sesenta votos necesario -de un total de cien- para aprobar que se limite el debate.
“Veremos si entre los dos partidos contamos con sesenta votos”, afirmó la senadora demócrata californiana Dianne Feinstein en el programa “Fox News Sunday”. Uno de los principales opositores a la medida, el senador republicano Jeff Sessions, aseguró en “This Week”, de la cadena ABC, que el apoyo al proyecto de Ley es cada vez menor no sólo en la Cámara Alta, sino también entre el público.
“Tenían un buen número de votos, pero el apoyo es cada vez menor. Un grupo de senadores clave que se pensaba que iba a respaldarlo ha anunciado en los últimos días que no lo hará y en las encuestas las cifras son cada vez más reducidas”, dijo Sessions, quien apuntó que sólo el 20 por ciento de ciudadanos apoya el proyecto tal como está.
“Vamos a usar todos los esfuerzos posibles para bloquear este proceso, retener el proyecto de Ley, leerlo a los estadounidenses y probarles que aunque puedan favorecer los ideales de esa legislación, esa iniciativa no los hará realidad”, afirmó.
Por su parte, uno de los principales defensores de la medida, el senador demócrata Ted Kennedy, aseguró que tienen “un problema terrible en este país que necesita una respuesta”.
“Hay grupos que se oponen. Lo entiendo. Pero existe un reconocimiento en este país de que no hacer nada no es una alternativa. El problema sólo iría a peor”, manifestó.
Bush, que se ha erigido en uno de los grandes defensores del proyecto de ley, tiene previsto participar el martes, el día de la moción para limitar el debate, en una sesión informativa sobre inmigración.
