Se recomienda a las personas adultas hacerse un chequeo para detectar la enfermedad por lo menos una vez al año.
El Siglo de Durango
EL ORO, DGO.- La diabetes mellitus es un padecimiento crónico-degenerativo cuya incidencia se hace cada vez más presente en el país, ante lo cual es necesario practicarse un examen anual para medir los niveles de glucosa en la sangre, a partir de los 20 años de edad.
La Secretaría de Salud del Estado informó que la presencia de este padecimiento es multifactorial, pues se atribuye a la predisposición genética, tipo de alimentación, estilo de vida, adicciones, sedentarismo y otras causas, que también están muy asociadas al sobrepeso y la obesidad.
La diabetes ya está considerada como una pandemia y, de hecho, afecta a un alto número de personas desde la segunda década de vida, de ahí la importancia de su detección.
Esta enfermedad se caracteriza por un exceso de glucosa o azúcar en la sangre; en la tipo uno, que es más común en la infancia y adolescencia, el páncreas no produce insulina, una sustancia que ayuda a convertir el azúcar proveniente de los alimentos en energía, para nutrir a los tejidos de todo el cuerpo.
La diabetes tipo dos es la más común, representando el 80 o hasta el 90 por ciento de los casos; en ésta el páncreas no produce suficiente insulina o el cuerpo tiene dificultades para utilizarla. En ambos casos, estos azúcares circulan por la sangre y pueden dañar las arterias.
Entre las principales complicaciones que ocasiona la diabetes figura la retinopatía, que es el daño progresivo de la retina, así como las cataratas y el glaucoma, lo que significa una elevada presión del líquido en el interior del ojo, lo cual tiende a dañar el nervio óptico.
En los riñones, los pequeños vasos que filtran la sangre para liberarla de impurezas puede dañarse y provocar cansancio, debilidad, trastornos para dormir y retención de líquidos.
En este sentido, la Secretaría de Salud informó que el daño renal se mide con un simple examen de orina que detecta la concentración de una proteína llamada albúmina.
Las personas con diabetes también pueden sufrir lesiones transitorias o permanentes en el tejido nervioso, por una disminución del flujo sanguíneo y una elevada concentración de azúcar en la sangre.
Esta condición se denomina neuropatía diabética, y provoca entumecimiento o falta de sensibilidad en manos, pies o piernas.
Por otra parte, los altos niveles de glucosa estimulan a los gérmenes presentes en la boca a reproducirse y lastimar las encías, por lo que los cuidados en la limpieza bucal y realizar una visita odontológica cada seis meses contribuyen a proteger la salud en dientes y encías.
Generalmente, la diabetes va acompañada de elevadas concentraciones de triglicéridos y colesterol “malo” o LDL; debido a que la enfermedad también favorece el sobrepeso, las personas combinan un explosivo conjunto de factores que incrementan el riesgo de padecer enfermedades del corazón y embolias cerebrales.
La salud de la circulación sanguínea exige el riguroso control de la glicemia, el colesterol, la presión arterial y el sobrepeso.
La diabetes también puede dañar los nervios de los pies y el flujo de la sangre que llega a ellos, provocando insensibilidad y dificultad para cicatrizar heridas, por lo que es necesario vigilar y examinar diariamente la presencia de pequeñas lesiones que podrían pasar inadvertidas hasta convertirse en una infección grave.
Principal causa de muerte en Durango
El año pasado, en Durango fallecieron más de mil personas como consecuencia directa de la diabetes, la principal causa de muerte, seguida por las enfermedades del corazón y los infartos cerebrales.
La Secretaría de Salud de la entidad informó que hasta mediados de septiembre pasado se había registrado un total de cinco mil 116 casos nuevos de diabetes en todo el estado, los cuales se reportaron por todas las instituciones del sector salud, como el Seguro Social, el ISSSTE y los Servicios de Salud.
La diabetes está afectando cada vez más a personas desde la segunda década de la vida, en la que los grupos de edad más afectados son justamente los de 25 a 44 años con mil 122 casos; 50 a 59 años se registraron mil 473 casos y de 65 años de edad y más fueron mil 103 eventualidades.
Sin embargo, la sociedad en su conjunto, desde el prestador de los servicios médico-asistenciales como la población de usuarios, debemos de estar conscientes que todo lo que se haga en favor para revertir este índice siempre será de un beneficio recíproco en ambos sentidos, se indicó.
Llevar estilos de vida saludables, vigilar la alimentación de los menores de edad, evitar los productos polinsaturados, abundantes grasas, carbohidratos, embutidos, bebidas gaseosas y en general la comida “chatarra”, aunado a la vigilancia a través de medidas en el autocuidado de la salud personal y familiar, son acciones de bajo costo pero de alto impacto que contribuyen en forma sustantiva a tomar las medidas pertinentes para estructurar un programa efectivo que impacte de manera positiva entre la sociedad.
