Alrededor de 56 bovinos y 76 cerdos sacrifica diariamente el Rastro TIF en la capital del estado.
De manera insalubre se transporta la mayoría de la carne fresca que se expende en los más de 700 puntos de venta de cárnicos que hay en el municipio de Durango, tanto en la zona urbana como en el medio rural.
Lo anterior se desprende de una investigación hecha por El Siglo de Durango, y de los datos estadísticos proporcionados por la Gerencia del Rastro TIF de la capital del estado.
Aunado a ello, la competencia de la carne congelada proveniente de otros estados o del extranjero ha provocado un desplazamiento de la carne fresca de origen duranguense hasta en un 70 por ciento, según estimaciones del sector.
Por otro lado, fuentes de la Unión Ganadera de Durango afirman que no se ha hecho nada por combatir la existencia de rastros clandestinos en la entidad, lo cual es sinónimo de riesgo para los consumidores finales.
Y es que en este tipo establecimientos se procesan los animales sin cumplir con las normas sanitarias, sin control alguno en aspectos de limpieza y con el riesgo de que sean sacrificados para consumo local animales enfermos.
Francisco Meraz, gerente del Rastro de la Unión Ganadera, admitió que apenas el 1 por ciento de los animales sacrificados son trasladados a los puntos finales de venta en el transporte especial que depende del Municipio.
“El transporte de carne es un servicio que está municipalizado en Durango; sin embargo, los tablajeros, sobre todo los pequeños, dicen que no están dispuestos a pagar el costo de 160 pesos por el traslado de su carne. Por eso prefieren hacerlo por su cuenta”, dijo.
Sin embargo, el propio Meraz reconoció que las formas de transportación que usan los vendedores y expendedores de cárnicos, en la mayoría de los casos, no son las más idóneas ni las permitidas por las normas de sanidad correspondientes.
Detalló que en el Rastro TIF a su cargo se procura un especial cuidado en el cumplimiento de las normas de calidad y sanidad, desde el sacrificio hasta la formación de los canales y la entrega de los mismos a los adquirientes.
En contraste, admitió que los compradores desaprovechan el extremo cuidado que se tiene dentro del Rastro de la Unión Ganadera, ya que ante el costoso servicio especializado que brinda el Municipio optan por usar sus vehículos.
Y en ese sentido, el Gerente del Rastro dijo que en un 40 por ciento se trata de unidades con cierto cumplimiento de las normas de transportación, pero en el resto de los casos la carne se traslada al aire libre y en contacto con innumerables fuentes de contaminación.
Meraz estimó que la colocación de carne duranguense ha bajado notablemente en el mercado local, pues anteriormente eran unos 100 introductores los que trabajaban con el Rastro de la Unión Ganadera, pero en la actualidad son unos 30 solamente.
Dejó claro que se ha detectado a animales con enfermedades como tuberculosis o faciola hepática, por ejemplo; sin embargo, en estos casos por ley el Rastro procede a desechar las reces en perjuicio del dueño.
Sin embargo, la información obtenida por este matutino indica que en los rastros clandestinos o que operan fuera de norma no se hacen pruebas de sanidad y por ende todo animal, incluso los muertos, tienen el tratamiento correspondiente hasta la elaboración de las canales.
En cambio
245 pesos tiene el costo por el sacrificio del animal, desde la matanza, la limpieza y todo el proceso para formar las canales y entregarlas a la puerta del Rastro TIF de la Unión Ganadera en la ciudad de Durango.
160 pesos es el costo que tiene la transportación dependiente del Municipio por cada canal de carne.
56 bovinos y 76 cerdos sacrifica diariamente el Rastro TIF en la capital del estado.
100 introductores trabajaban con el Rastro de la Unión Ganadera, pero en la actualidad son unos 30 solamente.
Fuente: Gerencia del Rastro TIF.