Vaya si se acumularon los problemas en el seno de Vaqueros Laguna, en donde la “maldición de los lanzadores” se ha hecho presente, ya con tres bajas en su haber: primero fue con Jeff Blitstein, posteriormente con Ed Yarnall y ahora en el caso de Adrián “Duquecito” Hernández. A estas tres ausencias hay que agregar la de Melqui Torres, que al no aguantar la presión se decidió dejarlo en libertad.
Por si eso fuera poco, cabe recordar que Joel Navarro fue considerado como el abridor número cinco en el arranque de la temporada, sin embargo, el nayarita nunca pudo alcanzar el nivel que la organización naranja pretendía obtener de su brazo derecho, Navarro fue enviado a los Dorados de Chihuahua a cambio del relevista Roberto Verdugo, cuya actuación como vaquero ha sido de altibajos.
Carlos Gómez del Campo y Marco Antonio Guzmán habían manifestado su optimismo durante la pretemporada que el equipo realizó en Monterrey, sin embargo, tanto el presidente ejecutivo como el manager siempre señalaron que el pitcheo era su principal preocupación. Cuando faltan 15 juegos para el final de la primera vuelta se entiende con mayor razón el por qué de la preocupación de ambos personajes.
Si se suman los nombres de Joel Navarro, Melqui Torres, Jeff Blitstein, Ed Yarnall y Adrián Hernández, se habla de cinco inicialistas que no están más en el equipo, en una situación anormal cuando aún no se completa la primera mitad del calendario regular. La directiva ha trabajado horas extras para conseguir los refuerzos apropiados, pero cuando se juntan tantos problemas es muy difícil que un equipo marche bien.
En el caso de Vaqueros Laguna, a pesar de todos los sucesos inesperados, hoy en día el equipo es segundo lugar de la Zona Norte y a partir de esta noche inicia una serie de nueve juegos (Saltillo, Monclova y Sultanes) que van a definir el destino del equipo en la primera vuelta, y vaya si a la lista se pueden agregar los nombres de Jorge Roque Gutiérrez y Juan Fernando Barreras, quienes no están más con el equipo, aunque se activó al novato Julio César Vea.
Seguramente Marco Antonio Guzmán y Ángel Moreno ya implementaron un “Plan B” porque en Monclova, el próximo fin de semana, tocará el turno que antes fue de Adrián Hernández y Jeff Blitstein,, con la intención de hacer que debute un nuevo refuerzo del pitcheo, aunque de no darse la situación como se espera, puede haber opciones como Julio César Jiménez o bien los noveles Armando Huerta y Jorge Luis Ibarra.
A la ofensiva el equipo carbura y ese departamento es sólido, a pesar de que en ocasiones algún lanzador neutraliza el ataque anaranjado. Es importante voltear al banquillo y de pronto darse cuenta que ahí están elementos de calidad y con muchos deseos de ser tomados en cuenta. La calidad de Rafael Castañeda está fuera de cualquier duda, mientras que Ricardo Ruiz en dos intervenciones, apenas una como titular, sólo ha confirmado que se trata de un pelotero confiable, que siempre da el cien por ciento en el terreno de juego.
No olvidar a Alonso Castañeda, Irving Valenzuela y Fernando González, así como el mismo Fernando Valenzuela Jr., que a partir de mañana podría estar en condiciones de ser tomado en cuenta por el manager. Fernando Jr. tiene poder y aunque sus números en ligas menores y los Águilas de Mexicali muestran algunos ponches, se trata de un bateador que en la Zona Norte puede dar excelentes resultados, sobre todo por su condición de zurdo, que le favorece en el Estadio de la Revolución.
Es importante no crear falsas expectativas que suelen afectar al equipo, sobre todo a los peloteros novatos; aquí no hay máquina naranja ni tampoco existe un joven maravilla o un super bateador. Vaqueros Laguna es una organización importante, con directivos comprometidos con su afición. Hay un cuerpo técnico capaz y un roster de 28 profesionales con calidad comprobada en otros equipos y otras ligas. Hoy la novena naranja es orgullo de los aficionados al beisbol, quienes sólo esperan el máximo esfuerzo en el terreno, eso debe alcanzar para obtener buenos resultados y gozar de una temporada como hace muchos años no se vive en estas tierras.
