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Rincón Beisbolero

Claudio Martínez Silva

Vaya suerte de Plinio Escalante, el titular de la LMB vuelve a encontrarse frente a un problema serio por resolver, en el que se involucran peloteros de los Tigres de Quintana Roo; primero fue el caso tan sonado de Matías Carrillo, que le mentó la madre a todo el personal que labora en la Liga Mexicana de Beisbol (LMB) y como consecuencia, luego de muchos días de pensarlo, el “Coyote” sólo recibió una muy tibia sanción.

Es evidente que el nombre del propietario de los Tigres, Carlos Peralta Quintero, pesa demasiado en la LMB y por eso Plinio Escalante, con todas las facultades para tomar decisiones, llevó el caso de Matías Carrillo a la asamblea. Hoy la pregunta es lógica y se refiere a si Carlos Alberto “La Chispa” Gastélum y Jorge Alberto “Chato” Vázquez podrán mantenerse con los Tigres de aquí al final de la temporada 2007, a pesar de su confirmado doping positivo.

La LMB trabaja en forma conjunta con la Conade para aplicar exámenes antidopaje a todos los peloteros de los 16 equipos participantes, y fue la propia Comisión Nacional del Deporte quien pidió la separación de los dos peloteros felinos de la Selección Panamericana de Beisbol. Si la lógica impera, entonces ambos jugadores deberán ser suspendidos 50 juegos y de acuerdo al reglamento, como antes ya sucedió con Jayson Bass, Eduardo Jiménez, Pedro Meré, José Luis García y últimamente Félix José.

Hoy el deseo de la asamblea de la LMB es que Plinio Escalante, con las facultades que le conceden los 16 equipos del circuito, tome decisiones tajantes y no lleve el asunto a la próxima reunión de los directivos. Al parecer no hay vuelta de hoja, Gastélum y Vázquez deben ser suspendidos 50 juegos, así pertenezcan al equipo de Carlos Peralta Quintero. Otra burla como la que se dio en el caso de Matías Carrillo, dejaría muy mal parado al beisbol de nuestro país, específicamente a la que presume de ser la mejor liga que se juega en el verano.

En la época de Alejandro Hütt los problemas del titular de la LMB crecieron como bola de nieve. El sonado caso de Hipólito Pichardo hizo que el directivo perdiera el apoyo de los Saraperos. Los Olmecas también le dieron la espalda, ambas organizaciones nunca apoyaron, ni el proyecto de la revista de la LMB, ni el de las tarjetas de los peloteros. Hoy no tenemos revista y las tarjetas también fueron un proyecto fugaz, como otros muchos que nacieron de la iniciativa de Alejandro Hütt.

En su primera temporada como presidente ejecutivo de la LMB, Plinio Escalante ha dado muestras de ser un directivo comprometido con los equipos de mayor peso, mientras que a otros, como Vaqueros Laguna, los considera de segunda. Una prueba clara de lo anterior es que el directivo no estuvo en la Copa Gobernador, a pesar de la invitación formal que le hizo la organización naranja.

Posteriormente, ya iniciada la temporada y durante la serie en Torreón frente a los Diablos Rojos del México, la directiva naranja dio a conocer la visita de Plinio Escalante, se convocó a una rueda de prensa y cuando todo estaba listo, el directivo canceló su visita a La Laguna. A partir de hoy faltan diez juegos para el final de la temporada regular y es el plazo que le resta al yucateco para no empatar la marca de José Orozco Topete, que al tomar el sitio de Pedro Treto Cisneros al frente de la LMB, convirtió a Torreón en la única plaza que no visitó durante su gestión.

En pleno año 2007, parece ya el tiempo de que las cosas cambien en la LMB, el circuito se compone de 16 equipos y para cada uno debería haber las mismas obligaciones, así como idénticas concesiones. Si un manager o pelotero viola el reglamento, en igual medida se le debe aplicar el peso de la ley, de acuerdo a la falta cometida y sin importar a qué equipo pertenezca, porque con el antecedente de Matías Carrillo, qué respondería hoy Plinio Escalante a una organización que pretendiera activar al puertorriqueño Armando Ríos. El boricua fue suspendido por aquel pleito en Torreón cuando insultó a José Antonio Mansur Beltrán, entonces presidente de Vaqueros Laguna.

Han pasado ya cuatro años, sin que Armando Ríos pueda jugar en la LMB, el castigo sigue vigente y se antoja excesivo, sobre todo por la sanción que se aplicó a Matías Carrillo, que en repetidas ocasiones insultó al mismo presidente de la liga, así como a todo el personal que labora en ese organismo. ¿Cuál es la diferencia en el caso que se menciona?, Que Ríos pertenecía a Tijuana, un equipo sin peso específico en la LMB, mientras que Matías Carrillo es de los Tigres de Quintana Roo, en donde la voz de Carlos Peralta Quintero hace cimbrar al directivo más pintado.

¿Cuál irá a ser la determinación de Plinio Escalante en el caso del doping de Carlos Alberto Gastélum y Jorge Alberto Vázquez? Sea cual sea la decisión, ojalá que ésta se tome con apego estricto al criterio del presidente ejecutivo del circuito y las facultades que le dan los 16 equipos que lo integran.

Y un aficionado preguntaba ayer la causa de la ausencia de José Amador el domingo ante Aguascalientes. Carlos Gómez del Campo dijo ese día que el “Chapo” viajó a su hogar en San Felipe, BC para atender un asunto familiar y por eso solicitó el permiso, no para descansar, como indica la versión que este aficionado dice haber escuchado.

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