Durante la visita de los Tigres (entonces de Puebla) a Torreón el año anterior, Enrique “Che” Reyes accedió a una entrevista, el manager felino fijó la cita a las 10:00 horas en el lobby del hotel sede. Puntuales acudimos, y el estratega veracruzano ya nos esperaba. La plática fue amena y se extendió casi una hora, porque los pupilos del “Che” Reyes empezaron a juntarse en la planta baja.
Un autobús aguardaba al plantel, que íntegro partió con destino al gimnasio, en donde por espacio de una hora realizaron un trabajo que les permite mantener una excelente forma física a lo largo de la temporada. Tigres tiene un plantel de calidad, exclusivamente con peloteros mexicanos, el cual año con año es serio aspirante al título de la Liga Mexicana.
Enrique Reyes dijo que la asistencia al gimnasio no es obligatoria, pero todos y cada uno de los integrantes del roster acuden a realizar un trabajo extra, lo que les permite estar en buen estado físico y, sobre todo, evitar en gran medida las lesiones que tanto afectan al deportista de alto rendimiento.
Qué bueno sería implementar en Vaqueros Laguna una medida similar a la de los Tigres, aunque habría que pensar en algo parecido cuando el equipo esté en casa. La organización lagunera está dispuesta a contratar verdaderos profesionales de cara a la temporada 2008, y cuando se trabaja con esos jugadores el resultado suele ser positivo y el grupo acepta ese tipo de reglas.
Cuando un aficionado ve a un lanzador ligar más de 20 entradas sin aceptar carrera, obviamente piensa en un verdadero estelar del beisbol, pero cuando en las siguientes salidas ese mismo pitcher apenas llega a la segunda o tercera entrada, se abre una enorme duda porque es indudable la calidad de ese elemento, entonces aparecen los aspectos extradeportivos que hacen bastante daño al pelotero y a toda su organización.
Como personas públicas que son, los beisbolistas profesionales están expuestos a la crítica o al simple comentario cuando se les ve en algún centro de diversión nocturno; su condición de seres humanos les permite ir de fiesta, ingerir todo tipo de bebidas y bailar, pero los problemas se inician cuando se excede. En ese momento es cuando el deportista profesional debe ser “apretado”, en primer lugar por sí mismo, en base a la responsabilidad que tiene con una empresa y con toda una afición.
Para la directiva y el cuerpo técnico es muy complicado establecer una medida que impida al jugador incurrir en excesos; cuando el equipo está de gira la situación se facilita porque todos están juntos en el mismo hotel, pero en casa todo viene a ser más difícil. El deportista argumenta que al terminar su trabajo es libre de hacer lo que le venga en gana, pero en el deporte de alto rendimiento, y cuando se es profesional, la exigencia es muy grande, porque depende de la condición física y el buen estado de salud en que se encuentre.
La directiva de Vaqueros Laguna ya se ha pronunciado en cuanto a las características de sus refuerzos para el año entrante, y se habla de gente que sienta algo más que un compromiso, que esté dispuesta a hacer las cosas con el corazón, porque esto va más allá de salir al terreno de juego y simplemente cumplir, aquí existe algo más qué dar a una organización que brinda la oportunidad de trabajar, pero sobre todo a una afición que se retrata en la taquilla y con eso hace posible que se mantenga el espectáculo. La frase fue contundente, es necesario salir a romperse la m... y para ello se necesita estar al 100 por ciento en lo físico.
Da envidia de la buena ver equipos como los Tigres, hoy de Quintana Roo; el conjunto felino cada temporada es protagonista, serio aspirante al título, y en cualquier parque es recibido con gran expectación por el espectáculo que suele ofrecer. Eso viene de años atrás de una dinastía que Alejo Peralta y Díaz Cevallos bautizó como la “Garra Felina”, y desde 1955, cuando nació esa franquicia, la han respetado peloteros como Rubén Esquivias, Fernando Remes, Manuel Ponce, Arnoldo “Kiko” Castro, Gregorio Luque, Armando Murillo y muchos otros más que forman parte de esa rica historia.
Bastante hay por hacer en la organización de Vaqueros Laguna, porque en estos tiempos invertir varios millones de pesos no alcanza para tener un equipo aspirante al título, existen muchos detalles que a simple vista parecen pequeños, pero en realidad son de gran importancia y en ocasiones llegan a estar fuera del alcance de las organizaciones, porque pasan más por el verdadero profesionalismo del pelotero al que se contrata por su calidad, pero sin saber si en realidad se trata de un auténtico profesional.