Hace unos días Vaqueros Laguna confirmó a Ramón Esquer como manager para la temporada 2008, ayer se anunció un cambio importante, al reforzar el pitcheo abridor con Vinicio González y Héctor Chavarría por un pelotero que algún día se pensó iba a echar raíces en la organización, José Amador Rodríguez, que se va a los Olmecas de Tabasco junto con el derecho de Minatitlán, Martín Gómez.
Las necesidades de Vaqueros Laguna estaban muy claras durante el transcurso de la temporada anterior, siempre se habló de un cuarto bat que forzosamente tenía que ser extranjero, y también fue evidente la carencia de un primero en el orden, esa difícil posición que fue de Francisco Arias, de Iván Araujo y aunque usted no lo crea, de Juan Carlos “Canelo” Canizález.
Si de problemas se puede hablar, éstos aparecieron en el pitcheo, ahí en donde se inició con Joel Navarro como abridor en lugar de Jorge Luis Ibarra, en un error que mucho pesó porque Navarro se fue a los Dorados de Chihuahua y nada hizo digno de escribir a casa. Ibarra tiene todo para ser un ganador y los Diamantes de Arizona ya se percataron, por eso el zurdo de Los Mochis se va próximamente al campo de entrenamiento de aquella organización.
Reforzar el pitcheo con brazos mexicanos de calidad es lo mejor que hoy puede hacer Vaqueros Laguna, porque las prisas de la temporada anterior provocaron movimientos que nada aportaron, como la llegada de Saúl Montoya, de Natanael Reyes o el mismo Roberto Verdugo. Elementos como el zurdo Juan Miguel Villaluna y Roberto Garibay sí fueron verdaderos refuerzos. Trabajar con anticipación es entonces un aspecto que puede resultar positivo para la integración de un equipo protagonista.
El movimiento que ayer hizo oficial Vaqueros Laguna es en verdad relevante, y se espera que sea el primero de varios más, porque después de lo sucedido la temporada anterior, la prioridad es no caer en los mismos errores y eso sólo se logra cuando las cosas se hacen con tranquilidad, no contra el tiempo. Hoy se tiene un aspecto positivo más, el apoyo de los Diamantes de Arizona, que desde ahora se vislumbra como una organización de ligas mayores que seguramente va a proveer los refuerzos extranjeros que se considere necesarios.
Se ha ido un pelotero importante como José Amador Rodríguez, producto de las sucursales de los entonces Algodoneros de Unión Laguna, Pepe se distinguió por su regularidad, ya que difícilmente faltaba a un juego, y sus números eran siempre excelentes, aunque en 2006 hubo aspectos que no cuadraron, y el de San Felipe, BCS, estuvo muy distraído, para perder la efectividad que había enseñado temporadas atrás.
Se va, entonces, Amador pero llega la hora para Marco Antonio Garza, un elemento con las cualidades necesarias para destacar y que sólo estaba en espera de una oportunidad, la cual no iba a llegar de haberse mantenido a José Amador Rodríguez. Es importante recalcar que todo movimiento es un riesgo, esa es parte de la esencia del beisbol y sólo basta recordar este 2007, cuando con bombos y platillos se anunció la llegada de Luis Carlos García; desde luego que había fundamentos porque el de Hermosillo es un pelotero estelar y establecido ya en esta liga.
Héctor Chavarría llega por tercera ocasión a La Laguna, y de acuerdo a su actuación en 2007 con los Olmecas de Tabasco, se trata de un lanzador con mayor experiencia, la cual ahora agrega a sus indudables cualidades desde la loma. El de Mazatlán cumplió con creces como preparador de los Olmecas de Tabasco, aunque en Vaqueros podría ser uno de los abridores.
Y de Vinicio González sólo se puede decir que el nayarita era el mejor inicialista de los Olmecas de Tabasco, Vaqueros Laguna lo había buscado anteriormente pero hasta hoy se dieron las condiciones para traerlo, como sucede en estos casos, al desprenderse de otro “pez gordo”. Buena noticia, cuando se acerca la parte final del año, seguramente vendrán más novedades y se espera que los protagonistas sean peloteros de calidad, tanto en lo deportivo como en el aspecto humano.
