Una vez más Rosa Concha robó cámara, pero ahora en su detub en teatro. (Fotografías de Julio Hernández)
La obra Luto, Flores y Tamales se estrenó la noche del viernes.
Rosa Concha fue la “culpable” de que la gente se remolineara en sus asientos por la risa, y también la que logró que los laguneros dejaran de ver la muerte como algo triste para convertirlo en algo sumamente divertido... esto dentro de la obra Luto, Flores y Tamales, que se estrenó a las 8:30 de la noche del viernes.
Aunque el teatro Alberto M. Alvarado no lució un lleno total, sí fue común ver a jóvenes y adultos soltar tremendas carcajadas, y es que la “la diva de la radio” se lució en el montaje que marca su debut en teatro.
Original de Guillermo Alanís, Luto, Flores y Tamales hizo pasar un rato agradable a todos los presentes al contar la historia del “muerto” Rigoberto, quien antes de partir al más allá arregló los asuntos pendientes que tenía con su esposa Jovita, su hija Belén y hasta con la vecina Rosa Concha, quien al final resultó ser más que eso.
El resto del elenco estuvo conformado por Iván Pineda, Ivet Balderas y Nancy Téllez, quienes fueron premiados por el público con un fuerte aplauso por su actuación.
La musicalización de Luis Ángel Álvarez también es digna de destacarse así como la dirección de Tomás Espinoza y sobre todo la escenografía de Alberto Lira, quien logró recrear al cien por ciento una humilde casa, en donde no pudieron faltar los envases de refresco, la Virgen de Guadalupe y la foto de los esposos en la sala. La única observación que sí hicieron varias personas fue el sonido, ya que en algunas ocasiones no se oían los diálogos en la parte trasera del recinto. La breve temporada de Luto, Flores y Tamales terminará este domingo con única función de 19:30 horas.
