TORREÓN FUE LA SÉPTIMA POBLACIÓN EN EL ESTADO
EN ELEVARSE A LA CATEGORÍA DE CIUDAD
En mayo de 1907 el Lic. Miguel Cárdenas, Gobernador de Coahuila, visitaba la floreciente villa de Torreón en pleno auge en la vida de los negocios y en el más franco período de progreso material. Su movimiento ferroviario, con la salida de la cosecha de algodón, la entrada de carros de minerales para la fundición metalúrgica y entrada y salida general de carga, y trenes de pasajeros, la colocaba en tercer lugar en la república, solamente superada por la Ciudad de México y el puerto de Veracruz.
Se había inaugurado un edificio tan suntuoso como el Hotel Salvador y se iniciaban los del Casino de La Laguna, el del Banco Chino y otros de igual categoría. La Junta de Mejoras Materiales, presidida por don Mauro de la Peña, había realizado la obra de pavimentación de la Plaza Principal, que entonces se inauguró de magnífica calidad. Las obras de introducción de agua potable y drenaje estaban en plena ejecución.
El Lic. Cárdenas recibió la más grata de las impresiones y en una fiesta efectuada en su honor, dijo como palabras de despedida: ?Señores: Si Torreón en los catorce años que tiene de Villa y cinco de Colonia ha logrado el magnífico lugar que ocupa, está llamada a ser en breve tiempo, no solamente la primera en Coahuila, sino en todo el norte de la República, y con la importancia que actualmente tiene, no es justo que continúe siendo Villa: Yo ofrezco a ustedes que someteré muy en breve a la Legislatura del Estado, proyecto para elevarla a la categoría, muy justa, de Ciudad. Entre tanto felicito muy cordialmente a los habitantes de Torreón por su grande y plausible esfuerzo, digno de ser imitado en todo el país?.
El Lic. Miguel Cárdenas cumplió su ofrecimiento, pues con fecha 17 del siguiente mes, giró oficialmente la siguiente proposición:
Del Gobernador
Al margen un sello que dice República Mexicana Gobierno del Estado de Coahuila de Zaragoza, Sección 3ª. número 92- al centro: ?Dado el creciente desarrollo que con tanta rapidez se ha operado en la Villa de Torreón, de la importancia que ha adquirido la población por sus magníficos edificios modernos, sus grandes transacciones en la banca, el comercio y la agricultura; la facilidad de los medios de transporte, como uno de los mejores centros ferrocarrileros al cual afluyen tanto emigrantes de todas partes atraídos por las empresas industriales establecidas o que parecen radicarse con éxito: El Ejecutivo de mi cargo, que conoce los elementos con que cuenta el Municipio y ha tenido la oportunidad de ver la altura a que ha llegado aquel emporio de negocios, cree conveniente que se eleve la precitada Villa a la categoría de Ciudad y así se permite iniciarlo a esta H. Cámara, esperando se sirva al efecto expedir el decreto respectivo, como un estímulo al adelanto y progreso llevado a cabo por los habitantes de aquella importante localidad. Reitero a ustedes las seguridades de mi atenta y distinguida consideración. Libertad y Constitución. Saltillo, Coah., 17 de junio de 1907. Miguel Cárdenas (rúbrica). Melchor G. Cárdenas secretario (rúbrica).
DICTAMEN PRESENTADO POR LA COMISIÓN DE GOBERNACIÓN, DE LA LEGISLATURA DE COAHUILA Y SIGNADO POR SU PRESIDENTE, DIPUTADO ENCARNACIÓN DÁVILA.
?Señor: con agrado se ha visto en esta Cámara la iniciativa del Ejecutivo del Estado fechada el 17 de junio último, en que propone, fundándose en razonamientos concluyentes, se eleve al rango de Ciudad a la floreciente Villa de Torreón, y la Comisión de Gobernación que suscribe, no ha tenido inconveniente alguno en considerar procedente la iniciativa ya referida y en proponer a la Cámara un dictamen en ese sentido, encomendando al presidente de dicha Comisión la redacción del referido dictamen en que se harán constar algunos puntos y noticias que se relacionan con el mismo dictamen.
?En asunto tan interesante como éste, no se hace necesario el debate, porque los elementos poderosos de aquella naciente población que ha venido engrandeciéndose de modo tan rápido, le conviene tener el rango de Ciudad, y no tendría la Comisión que decir nada a la Cámara para acreditar la expedición del decreto respectivo, ni al pueblo coahuilense para darle conocimiento de que bajo sus auspicios se eleva a la categoría de Ciudad una villa tan progresista como la que nos ocupa pero siguiendo la costumbre reglamentaria interior de la Cámara, nos sugiere traer a referencia cuando menos las épocas en que las seis ciudades del Estado se han elevado a esa categoría, comenzado por la capital que mediante los arreglos de uno de los Urdiñola con los indios Huachichiles y ?borrados? y después de un período de tiempo que se puede contar desde el año 1854 y hasta el 25 de julio de 1575 en que mediante esos arreglos fundó en ese día con el nombre o denominación de Villa de Santiago del Saltillo, lo que es ahora ciudad y capital del Estado, con las formalidades que se acostumbraban en aquella época para la erección de poblaciones; y esa jura, esa solemnidad y tal declaración de Villa, tuvo su verificativo la mañana del 25 de julio de 1575 ya referido, en el mismo lugar que actualmente se encuentra erigida la Capilla del Santo Cristo, frente a la Plaza de la Independencia y conservó la denominación de Villa hasta el 15 de noviembre de 1827 en que por decreto del Congreso, se elevó al rango de Ciudad, con el nombre de Leona Vicario y conservó esa denominación hasta el año de 1869, en que conforme a la Constitución Política del Estado, quedó reconocida como Ciudad Saltillo de Ramos Arizpe y Capital del Estado de Coahuila de Zaragoza?.
?Más afortunada fue Monclova que el día ocho de diciembre de 1674 se fundó con el título de Ciudad desde luego y con el nombre de Nuestra Señora de Guadalupe y que a poco tiempo fue destruida por invasores de los indios; se repobló nuevamente, levantando Acta de Erección el 13 de agosto de 1689, con la misma designación de Ciudad y nombre de Santiago de Monclova, cuyo rango conserva por la Constitución y como cabecera de uno de los Distritos del Estado y bajo el nombre de Monclova de Múzquiz.
Y, con el nombre de Santa María de las Parras, la población que fundaron el 18 de febrero de 1598, el Capitán Antonio Martín de Zapata y el religioso fray Agustín de Espinosa, conservó el nombre de Villa hasta el diez de enero de 1868 en que por decreto de esa fecha y para perpetuar la memoria del Lic. Juan Antonio de la Fuente, que el mismo decreto declaró que merecía bien del Estado ese ilustre ciudadano la Villa de Parras se elevó al rango de Ciudad con el nombre de Parras de la Fuente?.
?La ciudad de Zaragoza, que desde el primero de febrero de 1753 conservó la denominación de Villa de San Fernando de Austria, hasta el 27 de febrero de 1868 en que para honrar la memoria del invicto general Ignacio Zaragoza, se elevó a Ciudad con el nombre que actualmente lleve, así como el Distrito de Río Grande de que forma parte, el mismo decreto dispuso que llevase la denominación de Zaragoza?.
En el mismo Distrito se había fundado desde el año de 1849 la Villa de Piedras Negras, por decreto del gobierno federal que expidió Arista por conducto del Ministro de Fomento comisionado para la erección de esa Villa, al inspector general de colonias, don Antonio María de Jáuregui. Y el Estado de Coahuila, por medio de su Legislatura, según decreto del 29 de noviembre de 1888, le dio el rango de Ciudad con el nombre de Porfirio Díaz, para perpetuar la memoria de nuestro Presidente actual de la República.
?Desde el año de 1693 y con el nombre de Candela, se erigió en Villa la Congregación allí establecida, reuniéndose también la de Santiago Valladares, hasta el 15 de julio de 1890, en que por decreto de la Legislatura del Estado, la elevó con el nombre de Romero Rubio.
?Hemos hecho la relación de cómo llegaron al rango de ciudades las poblaciones de nuestro Estado, y como se ve, siempre hubo como fundamento algún recuerdo histórico el cumplimiento de un deber de civismo, para perpetuar la memoria de algún gran hombre, aunque no siempre los elementos de esas poblaciones correspondieron a los preceptos de nuestra Constitución local que previene ciertos requisitos para que mayor número de ciudadanos administren su régimen municipal y puedan considerarse con el rango de ciudades, y eso después de muchos años de fundarse. Pero Torreón está en distintas condiciones para obtener la preeminencia que se ha iniciado, que difiere absolutamente de las causas que motivaron la erección de las ciudades que hemos mencionado, pues en un período de tiempo relativamente corto, que data del año de 1887 que principió a considerarse como Congregación hasta el 24 de febrero de 1893 en que fue considerada como Villa decreto de esta fecha no vino a ser promulgado sino hasta el 25 de septiembre del mismo año, y ha sido cabecera del Distrito, hasta que por justicia se ha iniciado conferirle el nombre de Ciudad, sin tener que recurrir a un período histórico-político ni esperar tiempo que acredite el nombre de un caudillo para que le diera el nombre a la ciudad de Torreón y por otra parte no ha necesitado el acontecimiento histórico político sino que por sus propios elementos de progreso que le hacen acreedora al rango de Ciudad y a pasar vertiginosamente a esa categoría desde Congregación en 1867 y Villa en 1893?.
?Así se explica cómo en un tiempo relativamente corto ha podido una población cuya estadística en el ramo de correos es notable; y en ferrocarriles la tercera en la República que despacha mayor número de vagones, tener importancia tan notable en agricultura y en las diversas industrias allí establecidas, así como en las rentas públicas del Municipio y del Estado; pues considerando el constante progreso de aquella población, se sostienen y desarrollan las teorías que los economistas sostienen para el progreso de los pueblos, porque si son los de la población, actúa suficientemente sostenidas con la subsistencia; el capital y sus productos perfectamente relacionados con la oferta y la demanda; pudiendo asegurarse que todas estas teorías han tenido su aplicación y desarrollo en Torreón, y aún se adelantan porque es constante en materia de terrenos para fincar, y con la perspectiva de buenas rentas, la solicitud siempre se antepone a la oferta?.
?Sí pues, Torreón ha llegado a ser una de las primeras poblaciones del Estado y de la frontera Norte de México, por su agricultura, sus bancos, por su comercio y sus ferrocarriles, no es menos importante por su administración política municipal, por su sistema de drenaje que mejorará muy directamente al concluirse la salubridad pública de aquella región; así como sus edificios públicos ya construidos y proyectados, por su sistema de tranvías eléctricos y su alumbrado, por la pavimentación proyectada y su alineamiento de calles, que la hacen realmente una población moderna, así como por la inmigración de pobladores que no llevan otro aliciente al radicarse en Torreón, que el trabajo y el bienestar colectivo.
?Con todos estos elementos está ya indispensable que le concediera el rango de Ciudad, lo que tiene la honra de consultar esta Comisión de la Cámara, con el siguiente proyecto de decreto inculcando que éste sea promulgado en aquella localidad el 15 de septiembre próximo, y para cuyo proyecto se pide el dispense de todo trámite, con el objeto de que se ponga desde luego a discusión:
ARTÍCULO PRIMERO.? Se erige en Ciudad, con el nombre de Torreón, la Villa del mismo nombre, del Distrito de Viesca.
ARTÍCULO SEGUNDO.? La promulgación de este decreto tendrá lugar el día 15 de septiembre próximo.
Sala de Comisiones de la Legislatura de Coahuila, Saltillo, 12 de julio de 1907. E. Dávila, J. Cabello y Siller, E.A. Rodríguez
Aprobado por mayoría absoluta de votos, el anterior dictamen, se hizo el decreto, que en su parte resolutiva contenía los dos artículos que anteceden y se comunicó al Ejecutivo del Estado, quien sancionándolo con su firma, lo publicó en el Periódico Oficial del Estado, faltando tan sólo para surtir sus efectos la promulgación?.
En la corta, pero vívida historia de Torreón, el 15 de septiembre de 1907 marca su fasto más brillante, como los fastos romanos, eran calendarios que sólo anotaban los hechos extraordinarios por el bien o el honor que de ellos emanaban en cada centuria. Aquel día memorable la población amaneció de fiesta y sus habitantes felices; la satisfacción se revelaba en los semblantes. No era para menos, además del galardón de ser elevada a la categoría de Ciudad, se inauguraban muy importantes obras de ornato y colectiva utilidad social, siendo las principales la Escuela Benito Juárez, el Mercado Juárez y las obras del Hospital Civil estaban por concluirse.
La proclamación del decreto de erección de la ciudad se hizo en solemne acto oficial presidido por los señores don Juan Castillón, Jefe Político del Distrito de Viesca y don Rafael Aldape Quiroz, Presidente Municipal, de la hasta entonces Villa de Torreón, dando lectura el Lic. Ladislao Castro, secretario de la jefatura política. El Ayuntamiento efectuó sesión, levantándose el acta respectiva en la que por vez primera se daba oficialmente la designación de CIUDAD DE TORREÓN.
Inmediatamente después, un desfile a manera de bando encabezado por las citadas autoridades con la fuerza pública de la gendarmería, empleados de gobierno y comisiones de sociedades y agrupaciones, fijándose en varias esquinas, copias impresas del decreto...
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