(Parte 4 de 5)
Los negros de Juan Caballo
Continuando con la llegada de los negros seminoles o mascogos a La Laguna, tenemos que el 25 de junio de 1859, Zuloaga le comunicó a Vidaurri lo siguiente: ?Todavía no aparecen los negros. Ocho indios empezaron a andar por La Laguna; pero en dos entraditas que les hemos dado les hemos matado o herido cuatro, habiéndolos dejado en la última, con el agua hasta el pescuezo?. Más de compromiso que de ganas, Zuloaga había aceptado el envío de los seminoles negros a sus tierras ya que con anterioridad en un comunicado a Vidaurri dejó entrever su animadversión para con los individuos de raza negra al expresarle lo siguiente; ?...debo decirle que haremos por aquí todo lo que nos sea posible por ayudar a usted en sus miras benéficas con los negros; yo también tengo la desgracia de no tener el mejor concepto de ellos, ni para la paz, ni para la guerra, ni para el trabajo; pero en fin, hallaremos lo que se pueda, aunque sospecho que harán muy poco caso del que se ponga a mandarlos?. Vidaurri no se quiso quedar atrás respecto a este asunto y le siguió la corriente a Zuloaga diciéndole; ?Se le agradece su buena disposición de dar terrenos a los negros y se les avisará oportunamente de su traslación para que los coloque en donde le convenga. Que éstos son negros y con esto sabrá que son malos, pero que el bien que le resulte de tenerlos allí ha de ser mayor que el mal que puedan hacerle?.
Y en el mes de septiembre de ese año de 1859, cuando ya los mascogos estaban plenamente establecidos en sus tierras, Zuloaga comunicó a Vidaurri que ?Ahora que llegué aquí (Hornos), me encuentro que los negros todos se han ido sin saber para dónde, dejándome aquí las mujeres y los muchachos. Por supuesto ni esta partida, ni la que fue para Mairán ha querido ir para San Juan Bautista, porque para mantenerse ahí tendrían que echar mano del hacha y del azadón; yo considero, ésta, otra plaga más, sobre las que nos pudieran molestar?.
La historia de los mascogos durante su estancia en tierras laguneras es muy pobre, vaga y fragmentada, debido a la falta de datos y se cree que los archivos de Parras, destruidos por los maderistas en abril de 1911, pudiesen haber aportado mayores datos al respecto. Además la tradición oral y los recuerdos son muy escasos ya que la mayoría de los mascogos sólo permanecieron en estas tierras por cerca de cinco años.
Cuando vinieron los mascogos a la Laguna, se le prometieron tierras y aguas, sin embargo legalmente nunca tuvieron lo uno ni lo otro; sólo se les prestaron ambos elementos en calidad de mientras pero nunca fueron verdaderos dueños de las tierras que habitaron. Se establecieron en lugares en donde pudiesen obtener el sustento diario, algunos de ellos se establecieron en los Hornos, otros se quedaron en San Marcos y la mayoría de ellos se ubicó en la hacienda del Burro; estos últimos sitios por el rumbo de lo que sería posteriormente San Pedro de las Colonias. Es de suponerse que su jefe Juan Caballo estaba muy al pendiente de sus seguidores y constantemente visitaba los lugares mencionados para estar al tanto de sus necesidades.
La Laguna, era una región agrícola muy próspera, sin embargo muy asediada y acosada por los bárbaros, y acá los mascogos siguieron dedicados al cultivo de la tierra y a la caza de animales salvajes, como lo hicieron en el Nacimiento, pero en lugar de la recaptura de caballos para su venta como lo hacían allá, ahora ellos obtenían ganancias, por la captura de cueros cabelludos, como resultado de sus labores de vigilancia de la región.
A principios de noviembre de 1861 un soldado texano del ejército de la Unión estuvo en Parras huyendo hacia California por territorio mexicano y dejó constancia de que vio una docena de negros que estaban montando con dirección a la casa de gobierno, y llevaban consigo un cuero cabelludo producto de una refriega que habían tenido con un grupo de indios en las cercanías de Parras. Y agregó que dichos negros eran empleados por los mexicanos para luchar contra los indios enemigos y en sus campañas tenían mucho éxito. A los mascogos les faltaba la prosperidad económica que habían tenido en el Nacimiento, pero en cambio en La Laguna eran muy respetados y favorecidos por sus habilidades militares.
De igual manera un ex ranger texano que realizaba un estudio de los recursos minerales en la región de Parras, opinó haber visto a Juan Caballo a quien describió como un negro fornido a quien normalmente llamaban Juan Vidaurri y encabezaba un grupo de doscientos individuos entre negros y mexicanos que le ayudaban en sus campañas. En el Nacimiento, Caballo había estado subordinado al jefe seminol pero ahora en La Laguna él era un oficial con el grado de coronel y portaba uniforme de campaña. A pesar de ello los seminoles negros añoraban sus tierras del Nacimiento y en ese año de 1861, acudieron al alcalde de Múzquiz para regresar allá, sin embargo Vidauui se opuso por la misma razón por la que habían sido cambiados a La Laguna.
No todos los colonos negros vinieron a La Laguna al mismo tiempo bajo la autoridad de Juan Caballo, sino que otros lo hicieron después, como Elijah Daniels, un creek negro que vino con un grupo de seguidores de la misma tribu para unirse a Caballo. Daniels era originario de Georgia y su apariencia física era muy peculiar, medía cerca de 1.80 mts., de estatura, usaba arracadas de oro y hablaba varios idiomas. Era comerciante de muebles, sabía escribir y era de las escasas personas que podían redactar cartas, aunque mal deletreadas y con muchos errores gramaticales. Se dice que Daniels, junto con César Payne eran los segundos de mando después de Juan Caballo, en La Laguna.
Por varios años como miembros de la guarnición militar de Parras, los mascogos ayudaron a defender la región de La Laguna, de la devastación y depredación de los apaches; quienes en ocasiones se presentaban hacia el medio día en algún poblado de La Laguna, mataban a la gente que se dedicaba a arar la tierra, flechaban sus bueyes y los destazaban estando aún vivos. De aquellas incursiones que causaban desolación y muerte entre los pobladores de esta región, las aldeas de los mascogos no se salvaron de aquellos ataques, algunos de sus miembros sufrieron las consecuencias y como ejemplo de ello tenemos los experimentados por Thomas Factor quien fue muerto en una emboscada, mientras que Friday y Jack Bowlegs perdieron a todos los miembros de sus familias.
El Bolsón de Mapimí, fue el área principal en donde los mascogos permanecían más tiempo durante el desarrollo de sus expediciones. Hacia 1852, dicho territorio fue descrito como ?una vasta región de bellas praderas y chaparrales cubiertos de huizaches que reverberan con la luz solar, al igual que miríadas de caracolillos blancos que cubren la tierra alrededor de numerosos mezquites y plantas del desierto. La fauna comprende conejos grises, pavos salvajes, codornices, palomas, víboras de cascabel, tarántulas, venados, puercos salvajes y aves como las chachalacas y los paisanos?. Resulta claro suponer que Juan Caballo y sus hombres estuvieron en varias ocasiones en el recién fundado rancho del Torreón, ya que era paso casi obligado para desplazarse a Mapimí y lagunas de Jaco y Tlahualilo.
En el invierno de 1861, todos los seminoles que estaban en México, habían regresado al territorio indio en los Estados Unidos, y también lo hicieron algunos de los mascogos que habían vivido en los ranchos de Zuloaga. Sin embargo la mayoría de ellos junto con sus familias permanecieron en La Laguna en apoyo a su jefe Juan Caballo. Continuamos con el cierre?
gilparras47@yahoo.com.mx
FUENTES:
.-Del Moral Paulina. ?Tribus Olvidadas de Coahuila?. Fondo Estatal para la Cultura y las Artes de Coahuila. Gobierno del Estado de Coahuila-CONACULTA. 1999.
.-Mulroy Kevin. ?Freedom on the Border?. The Seminol Maroons in Florida, the Indian Territory, Coahuila, and Texas. Texas Tech University Press. Lubbock, Tx. 79409-1037 USA. 1993.
.-Porter Kenneth W. ?The Black Seminole?. History of a Freedom-Seeking People. University Press of Florida. 15 northwest 15th Street. Gainesville FL. 32611. 1996.
.-Contreras Palacios Gildardo. ?Leonardo Zuloaga Fundador del Torreón?. Colección Centenario. Sistemas Gráficos. Torreón. C.P. 27010. 2003.
.-Fotografía. John Jefferson, John Horse?s grandson. Photograph, 1902, New York Public Library?s Schomburg Center for Research in Black Culture. http://www.johnhorse.com/images/ptour/32.htm