Una de las más grandes celebraciones en nuestro país del Siglo XX fue la conmemoración de los cien años de la Independencia de México. Múltiples eventos se realizaron en todas las ciudades, Torreón no fue la excepción, sin embargo es muy poco lo que sabemos de lo ocurrido aquí en esos días. Es sólo a través de Eduardo Guerra es que conocemos algunos acontecimientos, donde él afirma:
“La tradicional ceremonia de ‘el grito’ se verificó desde el balcón-terraza del Casino de La Laguna, y la multitud congregada por millares en la Plaza Principal, esperaba el instante de emoción… El Presidente Municipal, doctor Escobar empuñando la enseñanza nacional, y con voz sonora vitoreó a los héroes de la Patria y a México, y al vítor oficial respondió el espontáneo del pueblo. ¡¡Viva Madero!! ¡¡Viva México!!”.
Después de haber investigado en periódicos de la época El Diario, El Imparcial y El Mexican Herald, encontré que estos eventos fueron muy diferentes al relato de Guerra, por lo que me ha parecido importante que se conociera la verdad.
Los Planes y Las Mejoras de la ciudad:
Para la celebración del centenario, se creó un comité formado por Luis García de Letona, Ignacio Zaragoza, Ing. Alejandro F. Hernández, Lic. Mariano González y Ramón F. Flores. Ellos tenían por objetivo el mejoramiento y embellecimiento de Torreón. El principal proyecto fue la construcción de una escuela, con capacidad para todos los niños de la población. El plantel sería inaugurado en las fiestas del Centenario y los fondos para la construcción habrían de ser aportados por particulares. Otras mejoras se tenían contempladas, entre ellas dos o tres puentes sobre el Canal de la Perla, y la “inauguración” del parque Ignacio Zaragoza, para lo cual se pavimentaría, se colocaría un kiosco y se pondrían a la entrada dos columnas que serían las puertas del parque. En cuanto a los festejos, se programaron conciertos, corrida de toros, fuegos artificiales, desfiles, bailes y la ceremonia del 15 de septiembre.
Las autoridades dirigieron una circular a todos los ciudadanos, para recomendar que los eventos se llevaran en el mayor orden y corrección para el mejor lucimiento y éxito de los festejos. Además pidieron también al pueblo que decoraran sus casas y negocios para las fiestas patrias, e informaron que la portación de armas había quedado prohibida. La ciudad, unos días antes de la celebración, se encontraba engalanada presentando un bonito aspecto. La inmensa mayoría de los establecimientos y casas particulares ostentaban preciosos adornos de bandas y banderas en comercios, el mercado, los cines, teatros y hoteles, viéndose por doquier mezclados los colores mexicanos con los de otras naciones, especialmente la española. La Estación del Ferrocarril, los tranvías y los coches, carros y vehículos de toda clase, todos llevan la insignia patria. Las iluminaciones abundaban, algunas de mucho gusto y entre ellas, la Plaza “2 de Abril” (Plaza de Armas), llamaba la atención por los numerosos focos de colores que entre los árboles y flores embellecían aquel lugar, como así mismo el kiosco estaba profundamente adornado. Para la ocasión Pioquinto González, creador la polka De Torreón a Lerdo, compuso una pieza llamada Centenario de Independencia.
La Celebración:
El mes de septiembre estuvo lleno de celebraciones, fiestas, bailes y conciertos de los cuales solamente hablaremos de los más importantes. El lunes 12 de septiembre hubo un gran concierto en la Plaza 2 de Abril, con la combinación de las bandas de Torreón, Gómez Palacio y Lerdo, bajo la dirección de la Unión de Tipógrafos. A día siguiente, en la noche se dio en la Plaza 2 de Abril, una audición musical que atrajo mucho público. Ese mismo día fue la recepción oficial de los instrumentos quirúrgicos entregados por la colonia germana, llevada a cabo en el Hospital Civil. El vicecónsul alemán Julio Vermehren, hizo su presentación y el presidente Leopoldo Escobar lo recibió. Y por la noche, otro gran concierto fue dado en la plaza en honor a la colonia alemana y suiza. El miércoles 14, a las diez de la mañana, se reunieron el presidente municipal, el Ayuntamiento, la Junta Patriótica y la Comisión Local del Centenario, para dirigirse a la calle Falcón, donde se efectuó la inauguración de un puente. A causa de la lluvia en la tarde, la corrida de toros organizada por el Ayuntamiento, fue aplazada para el domingo siguiente. Por la noche, se llevó a cabo una velada literario musical en el Centro Cinematográfico “Cine Pathé” y organizado por el Gran Círculo Mutualista de Torreón.
El 15 de septiembre, el Ayuntamiento, la Junta Patriótica y la Comisión del Centenario, dirigieron unos telegramas de felicitación al Presidente de la República, por celebrarse su onomástico. Las lluvias persistentes y copiosas hicieron necesario posponer la inauguración de la Escuela del Centenario y los actos que debía verificarse en la Alameda Zaragoza. La ceremonia del “grito” se cambió al Teatro Ricardo de la Vega, donde a las 11 de la noche, se acumuló tanto público que era imposible entrar en el local, quedando en las afueras tanta o mayor concurrencia que había en el interior. Se ejecutó una obertura por el octeto que dirigía el profesor Fournter. Los discursos estuvieron a cargo del Lic. Carlos E. Suárez y del Lic. Emilio G. Saraiza. El Himno Nacional y selectas piezas de música ejecutadas entusiasmaron a la multitud, que al concluir el acto, salió a recorrer las calles de la ciudad con los estandartes y banderas de las sociedades, acompañado de la música y vitoreando a los héroes y a México.
La noche del 16, en la Plaza 2 de Abril, se dio una magnífica serenata, donde hubo una gran concurrencia desde las ocho hasta las once de la noche. Era imposible dar un paso entre aquella aglomeración de gente.
El día 17 en el Palacio Municipal se verificó el acto de la entrega de los muebles para la Escuela Centenario que obsequió la Colonia Española, a la que concurrió el cuerpo consular y distinguidas personalidades, además del H. Ayuntamiento, la Junta Patriótica, la Comisión del Centenario y representaciones varias. El Ayuntamiento ofreció un banquete en la noche al cuerpo consular residente en la ciudad y a los representantes más distinguidos de las colonias extranjeras. A la hora de la champaña, el señor presidente municipal pronunció un brindis contestado por el cónsul alemán, quien tuvo frases de admiración hacia México. Durante los dos brindis, se escucharon frecuentes vivas a México, al General Díaz, a Torreón y a todas las colonias extranjeras. En Gómez Palacio, se suscitó un escándalo de poca significación. Varios individuos del pueblo bajo apedrearon algunas casas españolas, rompiendo los cristales. El orden se restableció en pocos momentos, debido a la cordura de las autoridades del lugar.
El domingo 18 por la noche hubo un gran despliegue de fuegos artificiales, regalo de la colonia china en la ciudad. Después se celebró una procesión de antorchas, durante la cual un grupo apedreó la casa de varios españoles y chinos. Los escandalosos lanzaron gritos subversivos y destrozaron algunos adornos, y a un oficial del ejército, que intentó evitar el escándalo, lo agredieron. El militar sacó su espada y repartió golpes, hasta poner en fuga a los revoltosos, logrando capturar a seis de ellos.
Conclusión:
La información anterior nos permite concluir que el relato de Guerra sobre los acontecimientos ocurridos el 15 de septiembre, carece de veracidad. El “Grito” se celebró en el Teatro Ricardo de la Vega, por factores climáticos. Él se equivoca sobre la fecha en que se inauguró el Casino de La Laguna, que fue en una fecha anterior. Y también en cuanto a la inauguración de la Escuela Centenario pues la ceremonia inaugural fue suspendida a causa de la lluvia.
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