Rumbo al centenario

(Segunda de dos partes)

Don Carlos Gómez Palacio: sus recuerdos de Torreón

En la primera de las dos parte de esta colaboración se presentó una serie de testimonios orales que el arquitecto Gómez Palacio expresó a quienes lo entrevistamos. En ésta sólo mencionaré parte de su vasta obra en Torreón, en especial aquélla que fue construida por y para empresas, ya que la obra residencial fue otra de sus facetas. Menciono cuatro ejemplos de su profesionalismo en los que don Carlos dejó bien marcado su paso por la ciudad que lo arropó y en donde encontró el amor, pues contrajo matrimonio con la hermosa señorita María Elena Mihaloglou.

a)El sábado 23 de mayo de 1942 fue inaugurado el edificio Vallina, propiedad del empresario Eloy Vallina destinado, principalmente, para albergar al Banco Industrial y Agrícola, SA. El local para el banco se compuso de un salón para el público, al que rodeaban los mostradores o barandillas, de mármol café claro de Veracruz con base de mármol negro y oro. El piso era de granito blanco con bandas negras en los extremos. En cada lado las mesas para el público, también de mármol. A un lado de los mostradores se encontraban las seis ventanillas para despacho del público; de rejilla cromada y cristal, divididas entre sí con cedro rojo de color Colima al color natural y encerado. El exterior del edificio mostraba el aspecto de sobriedad y elegancia que le daba la cantera rosa de la fachada, traída desde Durango.

b) El domingo 24 de marzo de 1946 fue inaugurado el aeropuerto Francisco Sarabia en terrenos que fueron proporcionados por el ejido El Fresno. La empresa aérea LAMSA (Líneas Aéreas Mexicanas, SA) fue la encargada de operar en ese lugar el servicio al público. En su tiempo era un espacioso edificio con torre de observación equipada con todos los instrumentos modernos de la aviación para garantizar el vuelo aterrizaje y despegue de los aviones. Amplias terrazas, elegante sala de espera, restaurante y fuente de sodas, así como un espacio para estacionamiento. Tenía cupo hasta para tres compañías de aviación. Las fachadas lucían dos corredores con arcos de magnífico aspecto, el edificio de concreto y ladrillo, con pisos de mosaico y terraso, puertas y ventanas de acero y aluminio y luz fluorescente, en ambos frentes había jardines con pasto inglés y plantas de ornato.

El edificio tuvo una extensión de 63 metros de largo por 12 de ancho. Se construyeron tres pistas de sureste a noroeste, de mil 500 metros de largo por 31 de ancho con acotamientos asfaltados de ocho metros lo que dio un total de 47 metros de anchura. Para el éxito de la obra, la empresa Construcciones Laguneras de los señores José Bracho y Carlos Gómez Palacio, necesitaron de la asesoría de Armando Santacruz, ingeniero en jefe y subgerente de LAMSA, teniendo como supervisor el ingeniero Abel Valadez.

c) Seguramente Magda Briones recuerda que el primer día del mes de febrero de 1947 fue inaugurado el edificio del Banco de México, ubicado en la esquina noroeste de la avenida Morelos y calle Cepeda, ya que ese día en la noche, en el salón Azul del Casino, fue ofrecido un banquete donde actuó ella interpretando bailes españoles y Lupita Pérez Arias entonando, con su voz de soprano, hermosas melodías.

La obra fue proyectada por el ingeniero Gonzalo Garita, la cimentación y estructura de concreto armado por el arquitecto Jerónimo Gómez Robleda, la albañilería en general, cantera y acabados interiores por la Constructora Lagunera del ingeniero José Bracho y el arquitecto Carlos Gómez Palacio, quedando la instalación eléctrica a cargo de Abastecedores Eléctricos, las ventanas y rejas fueron encargadas a la capital de la República, así como la obra de mármol.

Tiene las fachadas recubiertas con cantera de Durango, los muros interiores recubiertos de la misma cantera con lambrín de mármol travertino, que es de la región, mismo material del piso del vestíbulo para el público. Los mostradores con zoclo y tapa de mármol verde italiano con frente de mármol. La altura total del edificio es de 29 metros del piso de la caseta de servicios.

d) Pero quizá la obra de don Carlos en La Laguna, emblema de la modernidad de su tiempo, sea el edificio del hotel Río Nazas iniciado en 1947 y fue inaugurado siete años y medio más tarde, exactamente el 24 de julio de 1954.

Se construyó por iniciativa del ingeniero José F. Ortiz y fue secundado por personas de empresa de la localidad como Alfonso Estrada y Domingo Valdés Villarreal.

Además del confort del edificio se tuvo la delicadeza de ofrecer alimento para el espíritu ya que al contemplar los preciosos murales del pintor español J. Bueno Díaz se puede meditar sobre la llegada de los conquistadores y los misioneros a La Laguna, también sobre el río Nazas y los principales cultivos laguneros como el algodón, el trigo y la uva.

En el comedor principal se encuentran pinturas del lagunero Alberto Ruiz Vela donde aparece el hotel río Nazas y las damitas laguneras, otras más sobre Torreón en 1910, así como las romerías en el antiguo Parque España. En el cabaret El Desierto se logró un hermoso mural y cuadros del pintor Barnard Jr.

En 1954 se consideró al hotel como uno de los mejores del mundo y el más avanzado en la República. Se podía gozar de clima artificial de primera, similar al instalado en el edificio de las Naciones Unidas en la ciudad de Nueva York. Ningún hotel en el país, exceptuando algunos que se estaban construyendo en Acapulco, contaron con ese moderno y eficiente sistema de clima. No se escatimó gasto ni esfuerzo para la realización de esta magna obra. Los señores, ingeniero Jorge Cravioto y arquitecto Benjamín Burillo iniciaron las obras, sin embargo, la construcción del edificio fue totalmente proyectada y realizada por el arquitecto Carlos Gómez Palacio Bracho quien con ella ejecutó la principal obra de su carrera profesional mereciendo muchas y calurosas felicitaciones.