Nosotros Las palabras tienen la palabra VIBREMOS POSITIVO Eventos

Rumbo al centenario

Dr. Leonel Rodríguez R.

JOSE F. ORTIZ ESCAMILLA

En la plaza de la colonia Los Ángeles, cuyo primer nombre fue “Plaza Kennedy”, ubicada entre las calles Leonardo Zuloaga, J. I. Jiménez, Carlos González Montes de Oca y Rafael Arocena, se encuentra un monumento con un busto del Ing. José F. Ortiz con una placa donde podemos leer: “Dinámico impulsor de Torreón desde 1927 hasta 1977. A su memoria y como reconocimiento a su labor el R. Ayuntamiento de Torreón precedido por el Lic. don Homero H. del Bosque Villarreal, dedica su nombre a esta plaza. R. Ayuntamiento 1979-1981”.

José Federico Ortiz Escamilla nació en Monterrey, N. L., el 15 de marzo de 1886, hijo único del señor Manuel Ortiz, originario de Asturias, provincia de Vizcaya, España y la señora Damiana Escamilla Flores. En su misma ciudad natal realiza los estudios primarios en el Colegio Civil por tres años; posteriormente parte a la Ciudad de México a la Escuela de Agricultura donde realiza la carrera de perito agrícola. Durante sus años de carrera estrechó la mano de Porfirio Díaz al recibir un reconocimiento por haberse destacado como un brillante estudiante; obtiene su título con fecha 21 de abril de 1904.

Después de finalizar su carrera profesional se va al Colegio a Estados Unidos alrededor de un año, primero a San Antonio y después a Waco, Texas, regresando a Monterrey cuando se iniciaban las obras del drenaje, desempeñando la “difícil tarea de blu printing boy”, ascendiéndolo antes de un mes a dibujante; posteriormente pasa a desempeñar el cargo de ayudante del ingeniero de la ciudad y nivelador hasta llegar a ocupar el cargo de ingeniero en división.

En 1908 estuvo por primera vez en Torreón para trabajar bajo las órdenes del Ing. Rodrigo García, quien le encomienda la construcción de una gran presa de terracería “La Presa de San Miguel” la cual había sido solicitada por don Lorenzo González Treviño. Posteriormente realiza varios trabajos de proyecto de canales, presas y tuvo a su cargo una división en donde se desarrollaron trabajos de gran importancia. De regreso a Monterrey labora por varios años en instituciones bancarias encontrándose el año de 1927 en el Banco Mercantil de Monterrey.

Habiendo destacado en su carrera bancaria en su ciudad natal, los accionistas regiomontanos del Banco de La Laguna (fundado el 14 de diciembre de 1907), le recomendaron para que viniera a Torreón a “revivir” ese banco que padecía los efectos de la larga suspensión de actividades normales durante la revolución. Los activos de la institución estaban representados por documentos a cargo especialmente de importantes agricultores que habían sufrido la inactividad agrícola y la consiguiente falta de producción impuesta por las condiciones anormales que había atravesado el país.

Fue así como en agosto de 1927, “en Monterrey, mi ciudad natal, en donde recibí dicha invitación, y debo confesar que no obstante mis deseos de aventura y mis anhelos de mejoramiento, sentí en lo profundo de mi ser, angustiosas inquietudes por desconocer cómo podría ser recibida mi presencia en Torreón, aparte de lo que en forma profunda me dolería el tener que abandonar familiares y amistades muy queridos y la lógica intranquilidad por otra parte, de tener que trasladar a mi señora y a mis hijas a una ciudad y a un ambiente nuevos, exponiéndolas a una situación llena de incógnitas...”, fue así como 41 años después, el siete de septiembre de 1968, se expresara el Ing. Ortiz al “arrancar a su memoria los recuerdos de los años idos”.

El Banco de La Laguna era el único que en medio de aquella precaria situación actuaba y era el más importante de la Comarca. Al llegar el Ing. Ortiz tuvo que iniciar difíciles arreglos para recobrar los créditos, pero en relativo poco tiempo lo encarriló conservando la institución el primer sitio de penetración en el mercado.

“Los negocios agrícolas en aquella época, fines de los años veintes, mencionó en alguna ocasión el ingeniero Ortiz, estaban concentrados en pocas manos; se manejaban enormes extensiones de tierra y los años transcurrían entre épocas de bonanza, que provocaban la alegría y el despilfarro, y otros de tan duras crisis, que si no hubiera sido por la acrisolada fe de los laguneros en las prometedoras recompensas de sus productivas tierras, hubieran desistido de seguir luchando en contra de las calamidades atmosféricas, de los inestables precios del algodón, casi única planta que aquí se cultivaba y así, a través de tiempo de fortuna y otros de miseria, fue conociéndose y encontrándose la verdadera riqueza escondida en estas sedientas tierras, que tanto agradecen el beso cariñoso del agua que las fertiliza”.

En lo urbano, sus esfuerzos fueron valiosísimos, ya que impulsó, contando con la colaboración de don Hilario Esparza Jr. y don Enrique Zunzunegui, la iniciación de fraccionamientos residenciales tales como “Los Ángeles..., Ampliación Los Ángeles y por último Prolongación Los Ángeles y es precisamente el Ing. Ortiz a quien se debe que en estos fraccionamientos urbanos que organizó, sus calles llevaran nombres de laguneros que en una y otra época hubieran destacado por sus actividades en beneficio de la economía regional además impulsó, conjuntamente con el General de División Eulogio Ortiz y Jack Halbert, un gran proyecto deportivo y social: La creación en 1933–1934 del primer Centro Campestre en La Laguna, convirtiendo un abandonado cauce del río y un pedregoso cañón en espléndido campo de golf y centro social.- Así mismo y en compañía de don Jorge Muñoz fraccionaron la colonia “Las Rosas” en Gómez Palacio el año de 1947.

Leer más de Nosotros

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de Nosotros

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 292347

elsiglo.mx