Rusia apoyó la propuesta del presidente francés, Nicolas Sarkozy, de que el Grupo de los Ocho países más industrializados, el G8, se amplíe hasta trece miembros permanentes, con la inclusión de Brasil, China, India, México y Sudáfrica.
"Es evidente que los problemas globales no pueden resolverse con éxito sin la participación de los grandes Estados de Asia, África y América Latina que se desarrollan de forma dinámica", declaró el ministerio de Asuntos Exteriores ruso.
La Cancillería rusa indicó que Moscú, que presidió el año pasado el G8 -integrado por Alemania, Canadá, EU, Francia, Italia, Japón, Reino Unido y Rusia-, ha respaldado por todos los medios el diálogo con los cinco países cuyo ingreso en el Grupo propuso Sarkozy, así como su invitación a las cumbres anuales de los Ocho.
"El G8, como importante elemento del mecanismo informal de liderato colectivo de los estados más desarrollados, debe ser más representativo desde los puntos de vista geográfico y cultural", indicó el portavoz del ministerio de Exteriores, Mijaíl Kaminin.
Agregó que la labor del G8 ya evoluciona de hecho bajo el "creciente impacto de los factores de la globalización", lo que plantea ante ese grupo selecto "la necesidad de una mayor apertura y democratización".
"Rusia siempre ha partido de la premisa de que su participación en el G8 contribuye a consolidar los enfoques multilaterales en las relaciones internacionales y una acción colectiva de la comunidad mundial a niveles regionales y global", puntualizó el portavoz.
Al tiempo, Kaminin no comentó otra iniciativa de Sarkozy, para que el nuevo Consejo de Seguridad de la ONU pase a contar entre sus miembros permanentes con Alemania, Brasil, India y Japón y "una justa representación de África".
Rusia fue admitida e el Grupo de los Ocho en 1997 como un espaldarazo a las reformas políticas y económicas puestas en marcha por el primer presidente de la Federación Rusa, Boris Yeltsin.