Los invasores del predio anexo a la colonia San Carlos se mantienen a la expectativa, una vez que la DEI trató de desalojarlos.
Invasores se encuentran a la expectativa de las inclemencias del tiempo y de las autoridades
El Siglo de Durango
Después del exhorto de la Dirección Estatal de Investigación (DEI) para desalojar a los invasores del predio de diez hectáreas localizado por la colonia San Carlos; en este sitio, las personas sufren las inclemencias del tiempo en precarios jacales de madera y cartón.
Tal y como lo dio a conocer este medio de comunicación en su edición de ayer, el viernes la autoridad estatal inició un operativo de desalojo en el que participaron unos 20 agentes policiacos y lograron detener a uno de los presuntos invasores en flagrancia.
Pero tras de esta movilización, los “paracaidistas” gozan de una tensa calma. Muchos de ellos se encuentran a la expectativa de lo que pasará pues han escuchado varios comentarios de que los elementos de la DEI regresarán.
El número de familias en este lugar ha crecido, según calculan ya son como 300, aunque estiman que son como mil 200 las que se asentarán en total. En el terreno, entre el lodo y el pasto, se han instalado pequeñas chozas de madera, que apenas y cubren a sus habitantes.
Sin luz, sin agua, sin un lugar donde bañarse y suplir sus necesidades fisiológicas, mujeres, hombres y niños, soportaban ayer una llovizna constante. En un recorrido que hizo este medio de comunicación, se constató que algunas de las viviendas sólo tienen rejas de madera y adentro, yace un viejo colchón así como una pequeña estufa.
Reina Esther Carrillo, una de las personas que se han asentado allí bajo el liderazgo de Sócrates y Eduardo Ibarra, aseguró que sus dirigentes les han dicho que negocian con el dueño del predio para que se dé el trámite de venta.
Recontó que durante dos décadas este terreno estuvo sin uso y ahora que gente necesitada lo quiere para vivir, los propietarios ya se acordaron de su existencia.
En su caso, dijo que vivía en casa de su mamá, en la colonia Industrial Ladrillera. Pero en dicha edificación también habitan otros de sus hermanos con sus respectivas familias, por eso, en cuanto supo de la oportunidad de adquirir un espacio para su parentela quiso aprovecharla y dejar de estar de “arrimada”.
Mencionó que hay un número importante de menores de edad en el predio, pues se tratan de familias completas y en promedio cada matrimonio tiene tres o cuatro hijos.
Relató que piden agua en las casas aledañas y van al baño a un salón de fiestas cercano, cuyos propietarios les prestan los sanitarios.
Defendió a los hermanos Ibarra con el dicho de que ellos no se quedan con el dinero que han pedido como enganche y que regresan el capital a quien se desiste de estar en la invasión, por eso, no considera justo que se haya procedido de manera judicial en su contra.
Nueva invasión..
Suben los ánimos por un naciente núcleo habitacional irregular.
-En el cercado del predio invadido había un letrero con la leyenda de que se vendían terrenos y un número celular para contactar a la persona responsable pero ya ha sido borroneado para impedir su lectura.
-Cada terreno que se vende es de ocho por 16 metros cuadrados.
-Cada espacio se vende en cinco mil metros.
-Se solicita un enganche de 500 pesos.
-Juan José Campos Rodríguez de 27 años de edad, es la persona que fue detenida por su participación en la invasión de los terrenos en mención.
FUENTE: Investigación de El Siglo de Durango.