El agua en la colonia Rincón La Merced sale con tierra y aceite.
TORREÓN, COAH.- La lavadora, el sanitario y el boiler de Victoria Cisneros, vecina de la colonia Rincón La Merced, ya no funcionan. Y es que el agua que sale de su tubería, va acompañada por arena y en ocasiones por aceite.
El problema, según relata la propia vecina, se dio por primera vez hace más de tres meses, tiempo en que tanto sus aparatos electrodomésticos como su salud, se han visto afectados.
“Ya no podemos ni lavar, en primera porque la lavadora no funciona y porque el agua que sale, trae tierra, por lo que al mojar la ropa se forma puro lodo… en cuanto al boiler, pues no nos queda de otra que bañarnos con agua fría”, explica la ama de casa.
María Elena Trujillo, también vecina de este sector, se ha visto afectada con la presencia de arena y aceite. Para evitar que los pequeños e incluso los adultos contraigan alguna infección, tanto María Elena como Victoria, deben comprar agua purificada, de lo contrario pagarán las consecuencias como: un gran dolor de estómago.
“En una ocasión que no traía dinero para comprar agua purificada, tomé una jarrita para llenarla de la llave para después hervirla y la pudiera tomar la bebé que tenemos en casa, lo hice, pero aún así la bebé enfermó, tanto que tuvimos que internarla por el fuerte dolor de estómago que presentaba”, platica María Elena.
Victoria por su parte, comenta que el problema se ha reportado en varias ocasiones al Sistema Municipal de Aguas y Saneamiento (Simas), pero sin éxito alguno.
“Quién nos va pagar los daños que han ocasionado con la mala calidad del agua”, dice molesta la madre de familia, quien agrega, “cada vez que acudimos al Simas no nos saben decir qué es lo que pasa”.
Este problema, más que afectar sus aparatos, ha afectado su economía. Ejemplo de ello es el caso de María Elena, quien además de pagar recibos por más de 400 pesos al mes, debe comprar, a diario, dos garrafones de 20 litros cada uno, cuyo costo es de 15 esos, “pues no sólo los utilizamos para beber sino también para cocinar”, explica.
“Bueno sería que sólo pagáramos el agua, pero también tenemos la luz, gas, y los demás gastos que se van presentando a diario”, dice Trujillo.
Pese a la nula respuesta que han tenido del Simas, habitantes de este sector seguirán reportando el problema, una y otra vez, hasta verlo resuelto, según explicaron ambas madres de familia, quienes seguirán recortando su gasto para la adquisición de agua purificada y el pago del agua potable que sólo es utilizada para regar las plantas.
Mala calidad
“La calidad del agua es tan mala que tomarla sería poner en riesgo nuestra salud”.
MARÍA ELENA TRUJILLO,
VECINA
