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Satiricosas| La obra de Dick Morris

Manú Dornbierer

México está de plácemes. Nos ha venido a visitar nuestra dulce hada madrina, Karen Hughes, subsecretaria de diplomacia y asuntos públicos de Condoleeza Rice, del Departamento de Estado de USA. Conste, sabiendo lo racistas que son los plutócratas de este país, viene la sub, rubia tejana de ojos azules, apoyo de Bush desde que era gobernador de Texas y que en 2005 fue encargada del ?marketing of America?, de la mercadotecnia para ?recuperar corazones? para USA porque estos malvados de Al Qaeda han hecho que el mundo entero odie a los gringos, pobrecitos tan inocentes de todo mal, sólo porque desean la mejor democracia para Irak.

La sonriente madrina apapachó a niños mexicanos bien uniformados y limpiecitos. Según la limitada semblanza ofrecida al público nacional por los descerebrados pericos del Gobierno de Calderón, miembros del club Televisa, Karen Hughes es la ?mujer que ha llegado más alto? en el Gobierno estadounidense, ya que cuida a Bush desde su primera campaña presidencial, aquélla que ganó contra Al Gore por el individual voto de un solo miembro de la Suprema Corte de USA, el del hiperderechista juez Renquist, que quién sabe si pueda descansar en paz después de haberle impuesto al planeta a George W.

Pero no sólo esta encantadora dama viene a México a destilar amor debido a la supuesta amenaza de Al Qaeda de atacar nuestras instalaciones petroleras por estar al servicio de los gringos. Ellos no sólo las usufructúan sino también las asaltan como lo prueba la desaparición en el Golfo de la Isla Bermeja (La Dona, un punto que marcaba la existencia de un riquísimo pozo subacuático nuestro que ahora sepa Dios de quién es). El caso es que la Isla Bermeja ?ya no está? desde el entreguista Gobierno de Zedillo, sino que también viene ¡qué honor! el mismísimo monstruo.

Se trata, claro, de una visita de cortesía del dos veces electo (tipo elección mexicana de 2006) George W. Bush para agradecer a Calderón su remesa semanal de narcos, lo único que le da un minúsculo relumbrón ahora que ya está prácticamente en la lona frente a los demócratas en su país por su desastre iraquí. Pero se trata sobre todo de declarar ante todo el continente Americano (y otros) que México es su cachorro y que lejos de aceptar la unión de Latinoamérica por su verdadera y ésa sí libre, integración política, cultural y comercial que propugnan varios países de América de Sur, el querido vecino, con todo y que le matan sin cesar gente en la frontera común, sigue siendo como lo ha sido abiertamente desde 1982, su cachorro, su pet. ?El Patio Trasero de Estados Unidos?.

Funcionó muy bien para Bush el tal Dick Morris, el hombre que ayudó a sentar en el trono del imperio azteca a Calderón, con la colaboración, claro, de todos los cachorristas plutócratas mexicanos, así como con las aportaciones económicas de inmensos negocios GG (gringoglobales) como Wal Mart, Pepsico, etcétera, que hasta perdón pidieron públicamente por haberse portado como cerdos durante la campaña para no perder la clientela de consumidores lopezobradoristas. El que también se unió a la alharaca de quinta fue el inefable Dr. Simi, Víctor González, que ganaba 600 millones de dólares anuales limpios de polvo y paja y que hoy ha perdido la clientela de ?los pobres? y la estima de los verdaderos periodistas. Ese gran amigo de Vázquez Mota, que desde hace algunos meses patrocina el programa de mi entrañable amiga del Club de Periodistas, Celeste Sáenz de Miera.

Dick Morris, publicista diseñador de la campaña presidencial más sucia que hemos visto en este país (salvo la priista que involucró a Colosio-Salinas-Zedillo), también hizo lo mismo con el máximo socio que han tenido los gringos en Latinoamérica, Saúl Menem, reelecto durante diez años en Argentina para vender todos los activos de esa nación a los Bush, hasta los legendarios campos argentinos cedidos a la criminal especialista en transgénicos Monsanto. No se detuvo hasta llevar a la Argentina la hambruna ¡ni más ni menos! de 2001. Así que los panistas que gritan ?su? triunfo están en la luna, por no decir que son unos zonzos inconscientes o unos conscientes traidores, escojan ellos mismos su definición? que no insulto. Y los que celebran ?la democracia? mexicana? ni hablar.

Para completar el hermoso cuadro de nuestro lamentable cachorrismo neoliberal -aunque ?liberal? es un término que no merece el siniestro movimiento global del imperialismo- nuestro añorado ex presidente, Vicente Fox, ése sí democráticamente electo, nos regala nada menos que en Washington, en una de sus gustadas intervenciones pagadas, el 12 de febrero pasado, la enésima confirmación de que él fue y no Calderón el ganador de la elección de 2006. ¿Por qué la insistencia? ¿Sólo por su conocido deleite en meter patas?

Hay quien piensa que esta vez se trata de algo más. De una serie advertencia ¿o amenaza? a aquel que, no siendo su candidato , tuvo a fuerza que impulsar al poder aunque por la puerta trasera, que no pretenda sentirse muy salsa y meterse con él o contra él , por ejemplo actuando contra los megasinvergüenzas Bribiesca, entre otras cosas saqueadores de Pemex o sus propios hijos Fox de la Concha, por los negociazos que hicieron. Ni hablar de tocar ni con el pétalo de una rosa a su esposa Sahagún que tanto daño le hizo a México y a muchos mexicanos en particular, porque, si lo hace, no tendrá empacho como ex presidente de México en darse algún fuerte golpe de pecho y decir aún con más descaro: ?Soy el orgulloso triunfador del fraude panista y en él me ayudó sobre todo la actual Supersecretaria de Educación y de Seguridad, Hidra Esther Gordillo ¡Y el IFE y el Trife!?.

manoudornbierer@gmail.com

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