El Siglo de Durango
CANATLÁN, DGO.- Con las llamadas anónimas ha disminuido el narcomenudeo, aunque se detienen algunos “puchadores” y surgen otros, manteniendo en constante alerta a los cuerpos policiales, afirma el comandante regional de la Dirección Estatal de Investigación (DEI), Esteban Alvarado Cabrales.
La Policía necesita el apoyo y comprensión de la sociedad para proteger a la juventud de los enviciadores que operan desde hace tiempo en el medio rural, pues es triste ver que la misma gente se conduele más por los delincuentes que por las víctimas.
“Hace algunos días agentes de la DEI procedimos a cumplir con una orden de aprehensión contra un doble homicida, Félix Reyes Lira, en el poblado Ricardo Flores Magón, y algunos se quejaron del proceder de los policías, y no de la reacción del presunto asesino”, dijo.
Así se puede hacer una larga lista de drogadictos, enviciadores, ladrones y delincuentes en general que persiguen y cuando caen en manos de los agentes de la DEI, entonces, para la gente resultan “pobrecitos”, hasta los hacen mártires, y nunca se preguntan el daño que causaron y a quiénes afectaron, que son las verdaderas víctimas, aquellos que pierden su bienes, patrimonio y hasta seres queridos.
“No obstante, desde muy temprano salimos de nuestros hogares a cumplir con el deber diario, no sabemos si regresamos, pues en mis 18 años de servicio me doy cuenta que algunos no regresaron con vida y todo en aras de proteger a la sociedad que paga con sus impuestos nuestros salarios”, añade Alvarado.
Un agente gana aproximadamente tres mil pesos, un jefe de grupo tres mil 500 y un comandante regional cinco mil, la mayoría lo hace porque le gusta, tienen vocación, pues en cada acción exponen la vida, y ésta no tiene precio.
Actualmente con asiento en Canatlán realizan varias investigaciones, entre ellas el narcomenudeo que se ha extendido en el medio rural y que lamentablemente se detiene a algunos cabecillas de distribuidores de droga y surgen otros, pero al decir del Comandante Regional de la DEI el problema se combate con el apoyo de la sociedad.
Las llamadas anónimas han rendido frutos positivos, la Policía las atiende, aunque se hace de manera cautelosa para poder detenerlos en flagrancia; de lo contrario, tienen manera de justificarse y lograr su pronta libertad.
Por eso, Alvarado Cabrales considera necesaria la comprensión de la sociedad, a fin de sumar fuerzas y abatir en todo lo posible el lastre social que es la drogadicción y otros delitos no menos graves.