El general Pervez Musharraf se despidió ayer del Ejército paquistaní en vísperas de su renuncia como comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, tras la cual asumirá un segundo mandato presidencial ya como civil. (AP)
El presidente dejará hoy la dirigencia militar.
El presidente de facto de Pakistán, general Pervez Musharraf, se despidió ayer de comandantes del Ejército un día antes de abandonar la jefatura militar, un paso que muchos consideran fundamental para restaurar el orden civil en el país.
El ex primer ministro Nawaz Sharif, a quien Musharraf derrocó en un golpe incruento en 1999, dijo que la decisión del jefe de estado de abandonar el cargo de comandante de las fuerzas armadas representa “una gran diferencia”, pero insistió en que el presidente debe hacer mucho más para poner fin a la crisis política en Pakistán.
Una guardia de honor de unos 150 efectivos militares estuvo en posición de firme mientras Musharraf llegaba al cuartel general del Ejército en la ciudad de Rawalpindi.
Musharraf realizó una reunión a puertas cerradas con otros altos oficiales del Ejército, y luego viajó a la capital, Islamabad, para conversar con los jefes de la armada y de la fuerza aérea.
El presidente paquistaní, que ha controlado el país por casi ocho años, comenzó a enfrentar una creciente oposición a partir de marzo, cuando intentó echar al presidente de la Corte Suprema de Pakistán, pues éste cuestionó la constitucionalidad de permitir a Musharraf seguir siendo jefe de las fuerzas armadas y presidente.
La tensión se agravó cuando Musharraf declaró el estado de emergencia a comienzos de noviembre y ordenó el arresto de disidentes y de críticos de su gestión. Musharraf ahora enfrenta a dos poderosos opositores, Sharif y la ex primera ministra Benazir Bhutto. Ambos han regresado del exilio a fin de participar en las elecciones parlamentarias del 8 de enero.
Sharif, en declaraciones a periodistas en su hogar de la ciudad oriental de Lahore, dijo el martes que representará “una gran diferencia” el momento en que Musharraf se despoje de su uniforme.
Pero Sharif añadió que Musharraf debe también poner fin al estado de emergencia, reponer a los jueces destituidos por oponerse a sus medidas, y asegurar que las elecciones sean limpias.