“Dios mío”, quizá fueron las últimas palabras que dijeron los tripulantes de la avioneta cargada de marihuana que se desplomó y explotó el domingo pasado a 40 kilómetros de la mancha urbana de la ciudad, pues uno de los occisos quedó calcinado con un rosario de diamantes en la mano, situación que hace pensar que elevaron una plegaria al Ser Superior al momento en que caía la aeronave.
Tal y como lo informó ayer El Siglo de Durango los dos tripulantes de la avioneta Cessna 206 que murieron calcinados llevaban por nombres Edian Dair Rivera Rivera, de 23 años, e Iván Rivera Hurtado, de 24, al parecer nacidos en Badiraguato, Sinaloa.
Cuando los cuerpos fueron levantados por personal del Servicio Médico Forense (Semefo) se detectó que uno de ellos quedó calcinado sin haber soltado un rosario de piedras preciosas, al parecer diamantes, que traía en su mano, sin tenerse la certeza de que también fue puesto a disposición de la instancia federal como pertenencias de los occisos.
AVERIGUACIÓN
Al respecto el delegado estatal de la Procuraduría General de la República (PGR), Rafael Contreras Labra, comentó que se está integrando la averiguación previa correspondiente en torno al citado caso y que Aeronáutica Civil se está encargado de determinar las causas que hicieron que el avión se desplomara, aunque se presume que el sobrepeso fue factor determinante para que se suscitara el accidente.
Con relación a la información que se filtró en torno a que los tripulantes de la nave eran originarios de Sinaloa, el funcionario no quiso dar detalles, pues aseguró que apenas se está llevando a cabo la indagatoria y que por ahora desconoce ese dato.
Por último, comentó que dentro de las investigaciones que se están realizando se espera conocer de dónde despegó la avioneta y hacia dónde se dirigía.