Centenares de abogados intentaron realizar protestas contra Musharraf a pesar de la prohibición de las marchas y se enfrentaron con la policía antidisturbios. (AP)
Centenares de policías enfrentaron con gases lacrimógenos y garrotes a miles de abogados que protestaban el lunes contra la decisión del presidente general Pervez Musharraf de imponer el estado de emergencia, en tanto aliados occidentales reconsideraban su ayuda al país.
Grupos opositores dijeron que el número de arrestos era tres mil 500, aunque el gobierno reportó la mitad de esa cifra.
Musharraf, que tomó el poder en 1999 mediante un golpe militar y además encabeza las fuerzas armadas, suspendió la constitución el sábado antes de un fallo del tribunal supremo acerca de la legalidad de su reciente reelección como presidente. El mandatario depuso a jueces independientes, retiró libertades a los medios de comunicación y entregó poderes considerables a las autoridades para erradicar la disidencia.
En Ramala, Cisjordania, la secretaria de Estado Condoleezza Rice dijo que, para Estados Unidos, Musharraf debe apartarse del ejército y restablecer un gobierno civil. Washington y otros aliados occidentales de Pakistán amenazaron con revisar la ayuda que entregan al país musulmán.
La policía allanó y cercó el lunes imprentas del principal grupo de medios de comunicación en Pakistán e impidió la publicación de su periódico vespertino, Awam (Pueblo). La difusión de los noticiarios independientes seguían bloqueadas y la transmisión interna de BBC y CNN están fuera del aire.
Aunque crecía la indignación de la población en el país de 160 millones de habitantes, que han estado bajo régimen militar en la mayor parte de sus 60 años de historia, las manifestaciones han contado con la participación de activistas, empleados de derechos humanos y abogados. Todas las marchas han sofocadas rápidamente, y en ocasiones de manera brutal.
Desde la noche del sábado, han sido arrestadas en el país entre mil 500 y mil 800 personas, dijo un funcionario del Ministerio del Interior en forma anónima porque no estaba autorizado para hablar con los medios de comunicación.
Pero Ahsan Iqbal, portavoz del partido opositor del ex primer ministro Nawaz Sharif, dijo que las autoridades habían arrestado a unos dos mil 300 de sus partidarios. Otros activistas políticos, grupos de derechos humanos y abogados añadieron mil 200 arrestos a ese total.
La tensión se agudizó en la ciudad oriental de Lahore y en la sureña de Karachi cuando centenares de abogados intentaron realizar protestas contra Musharraf a pesar de la prohibición de las marchas y se enfrentaron con la policía antidisturbios.
En conferencia de prensa, Rice instó a Musharraf para que cumpla su promesa de "quitarse el uniforme".
"Quiero ser muy clara. Creemos que el mejor camino para Pakistán es que regrese pronto al sendero constitucional y luego realice elecciones", expresó.
Rice dijo que Washington revisaba la ayuda a Pakistán, que ha recibido miles de millones de dólares en asistencia desde que Musharraf entregó el apoyo del país islámico a la guerra contra el terrorismo lanzada por Estados Unidos después de los atentados del 11 de septiembre del 2001.
Gran Bretaña dijo también que estaba revisando su paquete de ayuda a Pakistán, y el gobierno holandés suspendió su asistencia al desarrollo, convirtiéndose en el primer país en hacerlo.
"Estoy determinado a quitarme el uniforme una vez sean corregidos esos pilares _ el poder judicial, el ejecutivo y el parlamento", dijo Musharraf el lunes a embajadores extranjeros reunidos en su residencia, de acuerdo a la televisora estatal.