Un total de 56 personas murieron hoy al estrellarse un avión de pasajeros en el centro de Turquía, en un accidente que expertos en aviación civil califican de "muy extraño".
La aeronave tipo MD83 de la aerolínea privada AtlasJet despegó del aeropuerto Atatürk de Estambul a las 0.51 hora local (22.51 GMT) con 49 pasajeros y 7 miembros de la tripulación, todos de nacionalidad turca, y con destino a Isparta.
A las 01.18 hora local (23.18 GMT), el capitán del avión contactó con la torre de control del aeropuerto Suleyman Demirel de Isparta y pidió permiso para aterrizar en el destino previsto.
A las 01.45 hora local (23.45 GMT), el piloto volvió a conectar con la torre de control y confirmó que el procedimiento para el aterrizaje se había cumplido.
La torre de control respondió que procediese a tomar tierra y, en ese preciso instante, el contacto con el aparato se cortó y la nave desapareció de forma sorprendente del control de los radares.
En un principio se pensó que el avión podía haber caído al cercano lago de Burdur, pero posteriormente fue encontrado en la zona montañosa de Türbetepe gracias a la ayuda de radares militares, cinco horas después del siniestro.
Türbetepe, una montaña de 1.830 metros de altitud, se halla a 20 kilómetros de distancia del aeropuerto y, según certificó el gobernador de la provincia, Semsettin Uzun, "no es una zona de tráfico aéreo".
"No es posible entender cómo el avión se estrelló allí (...). Vieron el avión desde la torre de control. Dieron el informe aéreo. Se le dio permiso para aterrizar", afirmó Uzun, quien explicó que el corte de la comunicación con el aparato no se puso en conocimiento de las autoridades hasta más de una hora después del incidente.