Un buque de mercancías ruso, que transitaba por aguas alemanas en el mar Báltico, se hundió sin que hubiera heridos, por negligencia de su capitán que presentaba un elevado nivel de alcohol en la sangre.
Según informaron las autoridades alemanas, el buque, que no transportaba mercancías en el momento del naufragio, se hundió a unos cinco kilómetros de la localidad de Ahrenshoop, en el estado federado de Meckleburgo-Antepomerania, en el noreste del país.
El capitán de la nave, que presentaba un nivel de alcohol en la sangre de 26 por mil, ha sido detenido acusado de poner en peligro el tráfico marítimo debido a su estado de embriaguez.