El Universal
MÉXICO, DF.- Antes de que el musical Hoy no me Puedo Levantar parta de México para su gira internacional, programada para mayo, éste contará con la presencia del grupo mexicano Timbiriche, en una función especial el próximo 30 de abril.
En conferencia de prensa, Nacho Cano, José Manuel Lorenzo y Federico González Compeán (productores en México del musical) anunciaron que el proyecto para reunir a los Timbiriches es prácticamente un hecho, aunque no aseguraron que Thalía y Paulina Rubio también se unan a esta idea por diferentes razones.
“Benny Ibarra, encantador como es él, quiere estar ahí; Thalía no viene a México por el trauma del secuestro de sus hermanas, y a Paulina Rubio la tiene copada la boda con Colate”, señaló Nacho, quien además comentó que la boda de la llamada Chica dorada se realizará a finales de abril, en la Riviera Maya.
El compositor y cantante refirió que le une una gran amistad con su compatriota Nicolás Colate Nájera (cuyo seudónimo tomó y otorgó a uno de los protagonistas del musical) desde hace muchos años, y que ya fue invitado a la boda de Paulina.
“A Paulina (Rubio) la conozco de la época de Timbiriche, y a Colate lo conozco de la vida”, dijo.
Asimismo, subrayó que la idea de invitar a Timbiriche a ofrecer una función especial en Hoy no me Puedo Levantar surgió de la relación tan cercana que sostuvo desde los inicios de esta agrupación y su ex conjunto Mecano, allá por la primera mitad de la década de los 80.
La presencia de Timbiriche se dará previamente a que OCESA Teatro presente el musical “Besos de ceniza”, que contará con la participación del productor Pedro Damián, y que se rumora será uno de los proyectos más ambiciosos de esa compañía este 2007.
Si bien la presencia del trío Mecano en una función especial para Hoy no me Puedo Levantar aún no ha concretado ni en el montaje español ni en el mexicano, Nacho Cano adelantó que el 30 de julio, Día Mundial contra las Drogas, Ana Torroja y él se juntaran otra vez para cantar en esa fecha.
“Cantaremos juntos en Madrid, le diremos a José María y si quiere ir, será bienvenido”, acotó el autor de prácticamente todos los temas de Mecano.
Por ahora no se tiene pensado un reencuentro entre los Mecano, aunque las invitaciones para que Ana Torroja y José María Cano formen parte de una función especial del montaje no son cosa reciente.
Por su parte, Federico González Compeán descartó que la partida de Hoy no me Puedo Levantar de los teatros Telmex obedezca a que pronto su compañía estrenará ahí el montaje La Bella y la Bestia.
NOTA REL
Desangelado recibimiento
El último número del musical Hoy no me Puedo Levantar es presentado por el protagonista de la obra, Mario, con una apología nostálgica de que todo tiempo pasado fue mejor: “Hay gente que dice que de los 80 no quedó nada; no estoy de acuerdo, yo creo que de los 80 nos quedó todo”. Enseguida aparece toda la compañía interpretando “Viviremos siempre juntos”.
En la función del viernes el discurso cambió: “Yo creo que de los 80 nos quedó una gran herencia... ¡con ustedes: Flans!”. Después apareció este trío interpretando No Controles.
Sin embargo, el discurso omitió ciertos aspectos. Por ejemplo, en realidad debió decir: “De los 80 nos quedaron dos terceras de una herencia”, ya que en el escenario sólo aparecieron dos de las tres integrantes: Ilse y Mimí.
Mario debió precisar también que es una herencia con fecha de caducidad ya que los calentadores, mallas y camisas desabrochadas no se ajustan al cuerpo con el mismo efecto que en los 80 que 20 años después.
La propia Mimí percibió que no todo había quedado de aquellos años: “Recordaba más entusiasmo”, gritó a mitad de la canción en un intento por animar a la concurrencia para que bailara con aquel frenesí juvenil. Aunque hubieran querido, era imposible.
Aún así, el público se levantó en cuanto Ilse y Mimí aparecieron para recordar viejos tiempos. Se emocionaron y gritaron como si fueran adolescentes a punto de descubrir el sentido de la vida.
De hecho, esa fue la característica durante esta función: los escandalosos gritos, chiflidos y piropos que lanzó el público hacia diferentes personajes. Fue tan notoria la impertinencia de sus interrupciones que de pronto parecía que hubieran regresado a las carpas de San Juan de Letrán en los 40. Hasta un “mamacita” se escuchó para María (Fernanda Castillo) en la escena donde acepta ir a la cama con Mario (Alan Estrada).