El Siglo de Durango
GUADALUPE VICTORIA, DGO.- Por motivos de borrachos, Armando Caldera y Juan Enríquez se enfrentaron a golpes y navajazos, motivo por el que los dos fueron a parar heridos al hospital, siendo el primero de ellos quien sacó la peor parte, pues su estado es grave.
La Dirección Estatal de Investigación (DEI) dio a conocer que ambas personas se corrían una parranda excesiva en la que, luego de brindar, se liaron a golpes para posteriormente sacar las armas y terminar de nueva cuenta juntos pero en el hospital.
Ambos se encontraban en la vía pública del poblado Felipe Carrillo Puerto, sitio de residencia de Armando Caldera Espinoza, de 39 años de edad, primero que otra cosa “levantando sus copas” por la “amistad” que se profesaban.
Sin embargo, no pasó mucho tiempo para que se hicieran de palabras Armando y Juan Enríquez Morales, de 30 años de edad, este último vecino del poblado Antonio Amaro, y así la camaradería de instantes antes se perdiera.
Luego del vuelco de 180 grados en el estado de ánimo de los dos individuos, a causa de los efectos del alcohol se liaron a golpes, pero no conformes con ello desenfundaron sendas armas blancas, con las que se causaron varias lesiones.
Armando presentó una herida de 20 sentimientos y otra de 22 en ambos brazos, además de una de siete centímetros en el abdomen, mientras que Juan resultó una lesión de cinco centímetros en el muslo derecho.
Ambos fueron internados en la clínica del Seguro Social de Guadalupe Victoria, pero debido a la gravedad de las lesiones de Caldera Espinoza, fue llevado al Hospital General de la ciudad de Durango, en tanto que ambos se encuentran a disposición de la autoridad por el delito de lesiones.