El primer ministro Gordon Brown intentó el miércoles tranquilizar a los británicos, diciendo que sus datos personales estaban seguros, luego de una de las peores filtraciones de seguridad en la historia del país, la pérdida de dos discos de computadora donde había detalles de unos 25 millones de habitantes, casi la mitad de la población.
Los expertos han dicho que la pérdida de esos datos expone a millones de personas al robo de sus datos de identidad y a fraudes bancarios.
Brown, en un discurso en la Cámara de los Comunes, pidió "disculpas por los inconvenientes y las preocupaciones causadas a millones de familias que reciben prestaciones para sus hijos".
El primer ministro británico dijo que había pedido a expertos en seguridad trabajar con los departamentos del gobierno a fin de revisar sus procedimientos.
Brown dijo que respaldaba la tarea del jefe de la Tesorería, Alistair Darling, quien reveló la falla en el servicio de impuestos y aduanas de Gran Bretaña.
Cuando Darling describió el martes la magnitud de la filtración de datos, varios legisladores lanzaron gritos de asombro.
Dos discos de computadora desaparecieron en el servicio de impuestos mientras eran enviados de un departamento gubernamental a otro. Entre los datos desaparecidos figuran nombres, direcciones, datos de nacimiento, registros de la seguridad social y en algunos casos detalles de transacciones bancarias de 25 millones de adultos y de niños. La población total británica asciende a 60 millones de personas.
Darling dijo que en los discos figuraban detalles de 7.25 millones de familias de Gran Bretaña que reciben prestaciones para sus hijos. Darling admitió también que los discos habían desaparecido tres semanas antes de que alguien lo advirtiera.