Durango

Se posesionan de terreno 600 familias de Santiago

Se posesionaron varios cientos de personas de los terrenos ubicados frente a los militares.

Se posesionaron varios cientos de personas de los terrenos ubicados frente a los militares.

El Siglo de Durango

SANTIAGO PAPASQUIARO, DGO.- Más de 600 personas se posesionan de terrenos ubicados en las afueras de la ciudad.

Desde hace siete días, grupos de familias de escasos recursos económicos se posesionaron totalmente de las instalaciones de un extenso terreno, ubicado frente al Cuartel del 71 Batallón de Infantería, entre las colonias Loma Linda y Colinas, a un costado de la carretera.

Los “paracaidistas” construyeron jacales con madera, aluminio y cartón, al tiempo que instalaron tiendas de campaña en la cuales habitan para salvaguardar el pedazo de tierra que le corresponde a cada familia.

Según estas personas, les quieren quitar los terrenos, los cuales –advirtieron- defenderán como su más preciado patrimonio.

Dicho predio es propiedad de Armando Luna, quien –argumentan- se los donó en un gesto de caridad y simpatía que siente por ellos; señalaron además que este señor es el dueño legítimo de las propiedades y que cuenta con escrituras y documentos.

Al cuestionarlos sobre el paradero de Armando Luna, la señora Josefina Álvarez Rodríguez, representante de los manifestantes, señaló que dicha persona es originaria de Santiago Papasquiaro y que él mismo anunció públicamente el donativo, pues según la representante lo hace por ayudar a las personas de escasos recursos económicos.

Señala Josefina Álvarez que el terreno comprende un área de 200 metros cuadrados; el conflicto –prosiguió- surge cuando cierto grupo de Cuevecillas quiso quietarles dicho terreno.

Por consiguiente, denuncian a estos sujetos, indicando que el lugar les pertenece y llegarán hasta las últimas consecuencias en caso de ser necesario; señala Josefina que podría haber “sangre”, ya que estos manifestantes protegen el lugar día y noche con machetes y hachas. También utilizaron un camión de maquinaria pesada para obstruir el paso y no permitir la entrada de algún elemento de seguridad.

Destacan que en estos siete días no se ha presentado ninguna autoridad, nadie ha intervenido, tan sólo han hecho rondas algunos elementos de las Direcciones Estatal de Investigación (DEI) como Municipal (DMSP), sin molestarlos.

Hay familias enteras que ya habitan normalmente en estos campos; muchas de ellas ya hacen las funciones domésticas como lavar y cocinar. Aseguran que la necesidad los ha obligado a aferrarse a este terreno porque en su antigua vivienda las condiciones eran muy precarias.

La mayoría proviene de colonias de alto riesgo como de la orilla del Río Santiago, donde aseguran que por las intensas lluvias el caudal del afluente aumentó, perjudicando la entrada de aguas negras a sus casas.

Por ello, temen que se desborde el río y se lleve sus viviendas. Otro manifestante, Natividad Quintero, de 68 años, informó que la renta que paga no le alcanza para sobrevivir, por lo cual el terreno le vendría muy bien, pues dejaría de pagar rentar y esa inversión la utilizarían para otros medios; otras personas se quejaron de la falta de empleo por lo cual la adquisición de ese terreno les servirá para renta o para venderlo más caro y así poderse hacer de un patrimonio.

Piden además al gobernador, Ismael Hernández Deras, como al presidente municipal, Manuel Rivera, que los ayuden a recuperar el terreno; también solicitan la ayuda de la ciudadanía en general para que los apoyen con víveres y comida ya que están las 24 horas del día.

Por último, aseguraron que ni las autoridades comunales ni las condiciones climáticas los harán desistir de su propósito, por lo cual utilizaran armas si es necesario.

Inclemencias del tiempo

Más de 600 personas toleran el frío y las intensas lluvias con el único objetivo de aprovechar el terreno donado.

A la entrada y salida, el lugar es custodiado por un grupo de hombres que portan hachas y cuchillos. No permiten el paso a ninguna autoridad o persona extraña.

Vigilan día y noche el terreno; cualquier sospechoso es cuestionado y les resulta difícil el acceso al lugar. Sólo entran personas conocidas. Hasta el momento no han negociado y ninguna autoridad ha abordado el problema para proponer una rápida solución. Se puede ver cómo más de 60 viviendas se edifican; ahí duermen y cocinan; el lugar no tiene luz eléctrica ni agua potable y drenaje. Se pueden ver tendederos de ropa.

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