Mariano Lara, controvertido titular de la Federación Mexicana de Atletismo (FMA), llegó al cargo en mayo del 2003 al conseguir 19 votos de 29 posibles en una elección en la que participaron 35 asociaciones del país.
El oriundo de Tamaulipas, desconocido hasta entonces en el mundo del tartán tricolor, derrotó al bajacaliforniano José Antonio Baltazar, quien obtuvo sólo 10 votos a favor.
Desde sus primeros meses de gestión al frente de la FMA, Lara fue criticado por varios atletas por su ausencia en las oficinas del Comité Olímpico Mexicano. La crítica se basa en que el federativo pasa la mayor parte del tiempo en su estado natal atendiendo sus negocios, sin darle la debida importancia a las demandas de los deportistas.
Incluso Éder Sánchez, el mejor andarín tricolor de 20 kilómetros, se quejó del pobre desempeño de Lara luego de no pelear la medalla de bronce que obtuvo en el Campeonato Mundial de Osaka.
"No hace nada por nosotros. Incluso, cuando tratamos de hablar con él, siempre se molesta, como que no quiere que nos acerquemos, mucho menos hablar con nosotros", dijo.
Y aunque sus marcas le darían el pase a los Juegos Olímpicos, el marchista no descartó una "sorpresa" de Mariano.
Aún así y, pese a todas las críticas de los seleccionados, Lara se reeligió como presidente de la FMA al obtener la mayoría de votos. Por cierto, las elecciones se celebraron en Tamaulipas.
Además de titular de la federación, Mariano Lara también se desempeña coo vicepresidente del Comité Olímpico Mexicano que dirige Felipe Muñoz.