El candidato conservador, Nicolas Sarkozy (izquierda), sostuvo ayer un debate con su rival socialista Segolene Royal (derecha). (EFE)
Los candidatos al Elíseo, la socialista Segolene Royal y el conservador Nicolas Sarkozy, chocaron en casi todos los temas en un tenso debate televisado ayer, a cuatro días de las Presidenciales, en el que el segundo consiguió mantener la calma y argumentar sus posiciones ante los repetidos ataques de ella.
Durante más de dos horas y media, los dos candidatos a la sucesión de Jacques Chirac en la Presidencia de Francia cruzaron las espadas, en su único cara a cara de la campaña, conscientes de que puede ser decisivo para el desenlace de los comicios.
Royal, que quiere ser la primera mujer en auparse a la jefatura de Estado, atacó una y otra vez a su rival, que le aventaja en los sondeos y le acusó incluso de “inmoralidad política” y de “mentir” sobre el acceso de los niños discapacitados a la escuela.
“Yo no pierdo los nervios. Estoy enfadada. Hay cóleras útiles (...) tengo mucha sangre fría. Me ponen furiosa las injusticias y las mentiras”, replicó la candidata socialista a Sarkozy, quien, sereno, le dijo que acababa precisamente de perder los nervios y le pidió que se “calmara” y no le señalara “con el dedo”.
Fue el momento más tenso de los muchos encontronazos que marcaron el debate, que comenzó con un fuerte ataque de Royal contra el balance de Sarkozy como ministro de Interior en la lucha contra la delincuencia, “uno de los principales motivos de preocupación de los franceses”.
Ella aprovechó las recientes violaciones de dos mujeres-policía para reprocharle que éstas no tuvieran guardaespaldas para regresar a casa de noche y prometió que, si es elegida, lo implantará. El candidato de la conservadora UMP replicó contrastando la baja de la delincuencia durante su gestión con el aumento de la inseguridad durante el anterior Gobierno de izquierdas.
CONFRONTACIÓN
Este intercambio dio el tono de buena parte de la confrontación, en la que ambos contrincantes debían movilizar a sus respectivos votantes de la primera ronda electoral del pasado día 22 y, sobre todo, convencer a los indecisos entre los casi siete millones de electores del centrista François Bayrou y árbitros del seis de mayo.
Royal, que ha multiplicado los guiños hacia los centristas en los últimos diez días, no ha tendido puentes hacia ellos en lo que se refiere a las 35 horas de trabajo semanal, la deuda, la administración pública, mientras que sólo, de pasada, abordó el “Estado imparcial”, una de las reivindicaciones de Bayrou.
Sobre las 35 horas, reforma estrella del anterior Gobierno de izquierdas que para Sarkozy fue “una catástrofe generalizada” que “ningún país del mundo” ha adoptado, Royal le preguntó por qué, si es así, su Gobierno no había abolido esta “conquista social”.
Royal, que reconoce que la aplicación de esa Ley fue “demasiado rígida”, dijo que las 35 horas se generalizarán sólo si los interlocutores sociales lo acuerdan “sector por sector”.
El candidato conservador defendió su plan de exonerar de cotizaciones e impuestos las horas extraordinarias, lo que impulsará el poder adquisitivo y fomentará el crecimiento de la economía. Royal rebatió esta propuesta central del plan de revalorización del trabajo de su rival -cuyo lema es “trabajar más para ganar más”-, y defendió su propia idea de empleos “trampolín” para los jóvenes y medidas a favor de las pequeñas y medianas empresas.
SISTEMA DE PENSIONES
El futuro de las pensiones fue otro tema de desacuerdo: Sarkozy quiere mantener la reforma (la Ley Fillon) ya votada que equipara el periodo de cotización del sector público con el privado, mientras que ella quiere revisar a fondo esta Ley, que le parece injusta sobre todo para quienes han tenido empleos penosos.
Para financiar esos cambios, impondría un impuesto sobre “los ingresos bursátiles”, del que no quiso precisar el monto: “tengo el derecho de no dar cifras”, se escudó la candidata.
El plan de Sarkozy de no reemplazar a uno de cada dos funcionarios que se jubilen -lo que ayudará a reducir la abultada deuda pública de Francia-, dio lugar a otro rifirrafe. Repetidamente, Sarkozy puso en evidencia las imprecisiones de Royal, quien, por su parte, multiplicó los ataques, acusó a su rival de posar como “víctima” o de tratarla con “condescendencia”.
Sobre la inmigración, Sarkozy reafirmó que endurecerá las condiciones del reagrupamiento familiar y excluyó toda regularización masiva, mientras que ella, que apuesta por regularizaciones “caso por caso”, abogó por un tratamiento “humano”.
En política exterior, no hubo novedades: Sarkozy rechazó que Turquía entrara en la Unión Europea. Royal, que le acusó de ser “brutal” con el pueblo turco, proseguiría las negociaciones.
Royal sometería a referéndum el eventual texto, con contenido social, que reemplace a la Constitución europea, rechazada por los franceses en 2005, mientras que Sarkozy haría ratificar por el Parlamento un texto puramente institucional.
En sus conclusiones, Royal pidió a los franceses que tengan la “audacia” de llevar al Elíseo a una mujer y madre, mientras Sarkozy prometió “resultados” y puso como eje de su proyecto el trabajo.
CHIRAC SE DESPIDE DEL PERSONAL DEL ELÍSEO
El presidente francés, Jacques Chirac, cuyo mandato expira el próximo día 16, se despidió ayer del personal del Elíseo, a cuatro días de la elección de su sucesor.
Chirac, de 74 años y que había optado por no aspirar a un tercer mandato después de doce años en la Presidencia, congregó a los miembros del personal del Elíseo y a sus asistentes personales antiguos o actuales para agradecerles su colaboración.
Les dijo que, tras la elección de su sucesor el próximo domingo, tendrán un importante papel para asegurar “la continuidad del Estado”, según indicaron fuentes de su entorno a medios locales.
El conservador Nicolas Sarkozy y la socialista Segolene Royal protagonizarán el próximo domingo la última ronda de las Presidenciales.
Hasta el momento no se ha anunciado la fecha del traspaso de poderes entre Chirac y su sucesor.
El Consejo Constitucional tiene previsto proclamar oficialmente los resultados de los comicios el próximo día diez y como el mandato de Chirac expira a la medianoche del 16 de mayo, el traspaso de poderes debe celebrarse en ese plazo.
“Ahora que me dispongo a servir de una manera diferente a Francia y los franceses, mido plenamente lo que me habéis aportado en el cumplimiento de mi misión”, declaró el presidente al personal del Palacio del Elíseo.
