Policías estatales vigilan la entrada al Sanatorio Español, en donde Carlos Herrera y su esposa Vilma Ale se recuperan del atentado que sufrieron el domingo.
Munícipe de Gómez Palacio y Consejo Coordinador Empresarial lamentan el ataque.
El Siglo de Torreón
Luego de 24 horas de permanecer en el área de cuidados intensivos en el Sanatorio Español de Torreón, el estado de salud del empresario Carlos Herrera Araluce y su esposa Vilma Ale de Herrera, se encuentra “en franca mejoría”, según el vocero de la familia y diputado con licencia, Sergio Uribe Rodríguez.
“Su estado de salud es de franca mejoría, se establece luego de que pasaron una noche tranquila bajo supervisión médica en el área de cuidados intensivos donde permanecen desde su ingreso al sanatorio”, dijo Uribe Rodríguez al señalar que los médicos han establecido que se ha logrado una importante evolución en las primeras 24 horas.
El vocero de la familia precisó que Carlos Herrera presentó lesiones en ambas manos y pie izquierdo, así como un rozón en el lado izquierdo de la cabeza.
Respecto a las lesiones de Vilma Ale, explicó que recibió un impacto de bala en la espalda que dañó el hígado, “región que fue reconstruida durante la intervención quirúrgica a que fue sometida desde el mismo domingo”.
Sergio Uribe precisó que el grupo de médicos que encabezó el doctor Javier Palacios fueron muy claros en establecer que ambos están fuera de peligro y en evolución.
El vocero informó que Carlos Herrera y Vilma Ale se encuentran conscientes por lo que la familia ha tenido la oportunidad de conversar con ellos en diversas ocasiones durante el transcurso de la mañana.
Sobre si las autoridades de la Procuraduría General de Justicia del Estado de Coahuila han levantado la declaración del empresario lagunero o de su esposa, el diputado con licencia respondió que no. Y detalló que de lo que se han ocupado y preocupado ha sido del estado de salud.
El Sanatorio Español ayer continuaba resguardado por decenas de policías. Dos cuadras a la redonda los agentes impedían el paso de vehículos, por lo que visitantes y pacientes debían acercarse caminando al nosocomio.
Lamentan los hechos
El alcalde de Gómez Palacio, Octaviano Rendón Arce, lamentó el atentado que sufrieron el empresario Carlos Herrera y su esposa Vilma Ale la tarde del domingo y manifestó que corresponderá a las autoridades de Coahuila el realizar las indagaciones correspondientes, dado que los hechos ocurrieron en la vecina ciudad de Torreón.
“Son hechos lamentables que afectan a toda la Región Lagunera que, aunque (el atentado) se realizó en Torreón, debemos esperar los avances en materia legal”, dijo Rendón Arce.
Por su parte, el Consejo Coordinador Empresarial (CCE) de La Laguna de Durango, tras solidarizarse con la familia Herrera Ale, consideró necesario solicitar la aplicación del programa federal México Seguro para la Región Lagunera, tanto de Durango como de Coahuila, para combatir al crimen organizado.
“Dentro del empresariado de la Región Lagunera hay mucha consternación, los hechos son sumamente alarmantes, pues alguien con una trayectoria empresarial de toda su vida en la Región le tocó ser victima y los empresarios lamentamos profundamente los hechos”, señaló Gerardo Ibarra Rodríguez, secretario del CCE en Gómez Palacio.
Identifican cuerpo hallado en PIL
Ya identificaron el cuerpo que fue localizado en la calle Lerdo de Tejada y bulevar Armando del Castillo Franco, en el Parque Industrial Lagunero. Ayer por la mañana dos mujeres familiares de la víctima lo identificaron como Sabino Burciaga Gutiérrez, de 56 años de edad.
Una hija y una nuera del occiso, que era originario de Matamoros, Coahuila, manifestaron que la última vez que vieron con vida a Sabino Burciaga fue el sábado 12 de mayo a las 13:00 horas cuando salió de su domicilio ubicado en la calle Circuito número 34 del fraccionamiento Britania.
Las mujeres manifestaron que el Burciaga Gutiérrez era viudo y solía ausentarse por varios días sin avisar donde estaría, por eso no les causó extrañeza que no hubiera regresado a dormir el sábado y el domingo, hasta que vieron la noticia en los medios de comunicación y decidieron acudir a la Subprocuraduría de Justicia del Estado.
Ante el Ministerio Público de Delitos contra la Vida y la Salud Personal, las familiares manifestaron que Sabino Burciaga era empleado de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) y que estaba en trámites de jubilación.
Según fuentes policiacas, Sabino Burciaga Gutiérrez, nació el 21 de agosto de 1950, medía 1.68 metros de estatura, pesaba 95 kilogramos, y tenía estudios hasta tercer grado de licenciatura en Derecho.
Fue interno del Centro de Readaptación Social (Cereso) el 22 de junio de 2002 por su probable responsabilidad en delitos contra la salud. Ya tenía dos ingresos previos por la portación de armas de fuego y el pasado 26 de junio de 2006, obtuvo el beneficio de la preliberación.
