Tres decesos engrosan la lista de muertes violentas en la entidad; ya van más de 440 en lo que va del año.
Tres decesos violentos en la entidad fueron el saldo que arrojaron un asesinato y dos accidentes automovilísticos; en Nuevo Ideal, un sanguinario sujeto, después de destrozarle la cabeza a su amigo con un martillo, lo machucó varias veces con las llantas de su vehículo hasta percatarse de que estaba muerto, según informaron agentes de la Dirección Estatal de Investigación (DEI), quienes añadieron que en Rodeo un trailero vecino de la capital se volcó y perdió la vida, mientras que en Gómez Palacio a un niño de dos años le desgarraron la cabeza al ser atropellado.
Cruel fue la actitud de Raúl Soto García, de 42 años, al asesinar a su compañero de parranda Fortunato Ávila López, de 44, ya que con un martillo le destrozó la cabeza y estando el cuerpo inconsciente tirado en el suelo se subió a su camioneta y lo pasó varias veces con los neumáticos.
Según las primeras investigaciones, ambos sujetos, vecino de Nuevo Ideal, estaban bajo los efectos del alcohol y una diferencia de opiniones provocó que se liaran a golpes y posteriormente Raúl lo asesinara para después darse a la fuga.
FALLECIÓ PRENSADO EN
LA CABINA DE SU CAMIÓN
Vicente García Zamora, de 38 años, quien tenía su domicilio en calle Alberto M. Alvarado, número 224, de la colonia Santa María, dejó de existir víctima de conjunto de traumatismos al quedar prensado en la cabina del camión que manejaba, luego de que se volcó en la carretera Durango-Parral, a la altura del municipio de Rodeo.
De acuerdo con el peritaje realizado y a los señalamientos del agente del Ministerio Público, Vicente conducía un Keenworth, de color blanco, cargado con pacas de papel y cartón para reciclaje y al parecer al tomar una curva en el tramo carretero El Alamillo-El Casco, del municipio citado, el remolque se venció y estiró la cabina, situación que provocó los resultados antes descritos.
MUERE NIÑO CON LA CABEZA DESTROZADA
En una de las calles del fraccionamiento Rinconada de San Antonio, en la ciudad de Gómez Palacio, fue atropellado el menor Juan Diego Corrales Román, de dos años de edad, por un vehículo que se dio a la fuga, provocándole la muerte a causa de traumatismo severo de cráneo, fractura en cervicales y sección medular.
Los hechos ocurrieron cuando el menor jugaba en su bicicleta afuera de su casa e intempestivamente pasó una camioneta que lo impactó y lo pasó con las llantas para posteriormente darse a la fuga.
El padre del menor, Daniel Corrales, de 37 años, alcanzó a ver cómo el vehículo salió a toda velocidad de la zona, asegurando que era una camioneta pick-up, de color blanco, de la línea Ram, de modelo aproximado 1993; sin embargo, las autoridades aún no han dado con el responsable del deceso del infante.
Perece uno por intoxicación y otro por ataque al miocardio
Aun que no fueron reportadas como muertes violentas, el agente del Ministerio Público dio fe de dos hechos fatales y pidió la práctica de la autopsia correspondiente; el primero se trata de un sujeto que al estar bajo tratamiento médico aumentó la dosis que le habían recetado y pereció intoxicado, mientras que en el interior del Centro de Readaptación Social (Cereso) un preso falleció a causa de un ataque al corazón, pues ya tenía mucho tiempo enfermo.
Amado Flores Altamira, de 38 años, quien tenía su domicilio en calle Simón Bolívar, número 403, de la colonia José Ángel Leal, dejó de existir víctima de insuficiencia respiratoria aguda consecutiva de intoxicación medicamentosa, pues al parecer él mismo se aumentó la dosis de pastillas que le había recetado el doctor.
Mientras que en el Cereso, Abel Honorio Reyes, de 38 años, quien había ingresado al penal hace 12 años por el delito de secuestro junto con su padre, dejó de existir luego de que le dio un ataque al corazón cuando se encontraba jugando basquetbol en el interior del penal, dando fe de los hechos el Ministerio Público, quien ordenó la práctica de la necropsia de ley.